La Sagrada Família ha instalado diez escáneres y arcos de detección de metales en la entrada del templo para "reforzar la seguridad de los visitantes y de los propios trabajadores", según informó el director general de la Fundación, Xavier Martínez.

Los dispositivos de detección, que funcionan desde el 1 de enero y son similares a los que hay en los controles de seguridad de los aeropuertos, representan la última actuación contemplada por el plan de seguridad estratégico de la organización, gestado en colaboración con los Mossos d'Esquadra desde hace un año.