La fascinación del crítico de arte Antón Castro por Leonardo Da Vinci nació durante los años que vivió en Milán. Él ejerció de Cicerone en la inauguración de la muestra "Da Vinci. La exposición", que ofrece FARO DE VIGO en el Tinglado del Puerto de Vigo. Su biblioteca sobre el genio renacentista es inmensa y su conocimiento sobre él, también. Podría hablar sobre este pionero horas y horas.

- ¿Por qué animaría usted a visitar esta exposición?

-Esta muestra reproduce de una manera facsímil la vida de un hombre total del Renacimiento. Está muy bien preparada. Es una muestra multidisciplinar extraordinariamente bien propuesta que enseña. En ella, vemos al hombre plural. Están reproducidas a mayor escala sus pinturas más importantes como la Mona Lisa; también las reproducciones de sus inventos, algunas esculturas y páginas de sus códices.

- ¿Por qué Leonardo causa tanta admiración siglos después de su fallecimiento?

-Fue el hombre que reinventa al mundo y profetiza lo que será la contemporaneidad; una especie de Julio Verne antes de Julio Verne, un hombre único, un humanista, un hombre que dominaba el arte y la ciencia y que se opuso a la concepción filosófica propia del Renacimiento y que era el neoplatonismo. No solo era pintor, aunque hizo algunas de las pinturas más admiradas de la historia, con un planteamiento pictórico radical; también fue escultor, arquitecto, científico, ingeniero, inventor, anatomista, médico... Fue un hombre total. Leonardo revolucionó el Renacimiento, se llegó a hacer vegetariano e incluso compraba animales enjaulados por el placer de dejarlos libres.

- Quizás, la mayor parte de la gente lo conozca más por sus cuadros que por sus inventos.

-En Milán, Leonardo era considerado un ingeniero hidráulico. Por eso, en la exposición se pueden ver algunos inventos suyos en esta faceta. Se pueden ver en maquetas que tardaron diez años en hacerlas. Él fue un precursor de las bombas hidráulicas, el carro de combate, los autómatas, el submarino, la calculadora, de la máquina voladora, las máquinas textiles, incluso del helicóptero, automóviles, submarinos.... Muchos de los artilugios los creó sin aplicación, eran experimentales. Era un científico que a veces se autodefinía como un iletrado; era autodidacta y gran observador de la naturaleza. Era capaz de observar el vuelo de los pájaros y, a partir de ahí, elaborar un tratado sobre eso e inventar lo que hoy sería un paracaídas o un ala delta. Elevó lo empírico a extremos que se volvieron a retomar en el siglo XX.

- En la muestra, se le da mucha importancia a sus láminas sobre el cuerpo humano.

-Se volcó en una ciencia que fuese real y más implicada con la vida. Es el padre de los estudios anatómicos científicos porque contradiciendo las normas de la Inquisición, tuvo que hacer las disecciones a escondidas. Dedicó días y hora a descubrir la anatomía del cuerpo humano.

- Sin embargo, la mayor parte de la gente, a día de hoy, conoce más a Leonardo como artista que como inventor o anatomista.

-En la pintura, él aporta la técnica del esfumato. Después de analizarlo con rayos X se ha visto que son superposiciones de capas que hacía con el dedo. Seguramente, mezclaba los colores no en la paleta sino directamente en el cuadro y con la punta del dedo hacía una superposición de capas con óxido de hierro u óxido de manganeso como hizo en la Gioconda. Esa superposición de capas es lo que crea esa sutil bruma, vaporosidad y distancia que se ve en sus cuadros prácticamente como su firma. Era un perfeccionista. Todo lo que hacía lo hacía buscando la perfección.