Unos días antes de que el receptor de loterías de la calle Fonte da Vila de Salvaterra, que gestiona Marisa Santos, repartiese 46 millones de euros en la primitiva -el mes pasado- Domingo Piñeiro, de 83 años y vecino de la villa, llevó un ajo para colocar en el mostrador.

"Yo no soy supersticioso, pero como oí que los ajos sacan el mal augurio y traen suerte le traje un ajo para colocar en el mostrador y a los pocos días reparten un premio de 46 millones y resultan agraciadas las empleadas del establecimiento" explica el octogenario.

Visto el éxito, Domingo, más conocido por "Mingos", la semana pasada le dio otro ajo al esposo de Marisa y le dijo: "Como tocó la primitiva, ponemos otro ajo que ya verás como cae algo de la lotería de navidad". Y así fue.

En cuanto se enteró de el 22.253 -otro quinto premio- también se había vendido en la calle Fonte da Vila, corrió presto al lugar ya que reside muy cerca. "Ves Marisa, creo que lo del ajo funciona...".

Ya en ese instante Marisa había salido a la calle para gritar: "di otro premio, di otro premio...". Aunque en esta ocasión no había punto de comparación con los 46 millones de hace un mes estaba feliz igual, sobre todo porque desde que tocó la primitiva "no paramos de vender décimos", reconoce.

En el caso del número premiado ayer fue un billete expedido por la máquina de forma automática "y no se a quien le tocó, pero yo estoy muy contenta".

Desde luego, Marisa concluye un año extraordinario y espera que el 2018 sea mejor. Para ello, "Mingos" está dispuesto a llevar todos los ajos que hagan falta "porque yo tuve siempre mucha suerte, he sido un hombre de éxito, tuve varias empresas y todas salieron bien... y quiero que los demás también tengan suerte".