Trabajos de cerámica, orfebrería, escultura en madera, pintura, cuero, serigrafía, dibujo, encuadernación y moda y confección comparten protagonismo en el Espacio EMAO, la sala de exposiciones de la Escuela Municipal de Artes y Oficios de Vigo, hasta el 15 de enero. Se trata de una colectiva que reúne cuarenta trabajos correspondientes a la convocatoria del curso 2016-2017 y que muestran la formación recibida en esta escuela y, en concreto, en el curso avanzado.

"Esta exposición ilustra muy bien lo que es la escuela porque refleja los tres principios que trabajamos: la excelencia técnica, la creatividad y la trasversalidad", explica Rafael Ojea, coordinador de exposición de la Escuela Municipal de Artes y Oficios de Vigo.

Ojea destaca la gran variedad y calidad de los trabajos que exhibe "Proyectos", a las que añade el carácter único de la exposición. "Una muestra como esta no la podemos ver en ningún otro espacio de Vigo y casi en ninguna otra parte, porque es el producto de una singularidad, que es la propia escuela", explica. Con singularidad se refiere a que es la única escuela no reglada de la ciudad, por lo que no se ciñe al currículum oficial, sino que sigue su propio programa. "De esta manera, lo que es una desventaja, que es el hecho de no ser formación profesional, se convierte en una oportunidad porque nos permite una mayor libertad creativa y una mayor adaptación de las enseñanzas a los alumnos", explica.

Fruto de esta adaptación es la implantación por parte del Concello, n 2015, del curso avanzado y cuyos proyectos, ya concluidos, se exhiben ahora en la muestra. "Son todos trabajos de un altísimo nivel tanto técnico como creativo", insiste Ojea.

Plata, madera, bronce, barro, gemas naturales, cuero, porcelana y diversos tejidos, desde algodón a sintéticas, se intercalan en esta exposición, que comisarían las profesoras Emma González y Sandra de Jesús, y que puede visitarse de lunes a viernes de 19.00 a 21.00 horas

La escuela tiene actualmente cerca de 500 alumnos, con un perfil muy heterogéneo. Para Ojea, un valor añadido es que muchos de sus alumnos han convertido las enseñanzas de la escuela en su oficio. "La escuela también cumple una función laboral, como salida profesional, aunque su fin primordial no sea este. Nosotros formamos para dar unos elementos técnicos y una capacidad creativa para que los alumnos los desarrollen en su tiempo libre, aunque puedan desarrollarse profesionalmente", comenta. En este sentido, recuerda que ceramistas, lutieres, orfebres y profesionales de artes gráficas, entre otros, establecidos en la ciudad han salido de este centro. "La escuela está respondiendo a la razón de su propia fundación: formar profesionales para la producción de la ciudad", explica el coordinador de exposiciones, que añade que la escuela, en el último plan de estudios, hizo un pequeño giro también hacia la profesionalidad, aumentando el número de horas de los diferentes cursos.

Una muestra para 130 años

Con motivo de su 130 aniversario como centro de enseñanza municipal, la escuela prepara una exposición que se inaugurará previsiblemente en febrero o marzo del próximo año y que reflejará su relación con el desarrollo industrial, comercial y cultural de la ciudad. La escuela abrió sus puertas el 26 de septiembre de 1886 por iniciativa de la Sociedad de Socorros Mutuos "La Cooperativa" para dotar de instrucción técnica al personal que demandaban las empresas y factorías viguesas. Solo dos años después, el 10 de octubre de 1888, el Concello de Vigo se hacía cargo de la institución, que convirtió en un centro municipal de enseñanza para adultos.

"Formó la mano de obra de la industria y la construcción en Vigo. Gran parte de los arquitectos y gente que trabajó en el Vigo de piedra labrada se formó aquí. También los fundadores de los primeros astilleros... La propia historia del desarrollo urbanístico e industrial de Vigo tiene mucho que ver con la Escuela Municipal de Artes y Oficios", explica. También pasaron por sus aulas artistas tan conocidos como Camilo Nogueira, que fue estudiante de la escuela en la década de los veinte, lo que constata la estrecha relación de la escuela con la ciudad. "Estamos redescubriendo cosas espectaculares", afirma.