La Audiencia de Valencia ha condenado a dos años de prisión por un delito de estafa y otro de falsedad a una pediatra que inyectaba suero fisiológico a los niños engañando a sus padres, a quienes hacía creer que eran vacunas contra la varicela, sarampión o virus del papiloma, por las que les cobraba entre 60 y 1.200 euros.