Silvia González comenta que ayer por la mañana estaba preparando a su hijo mayor para ir al colegio y le comentó que tenían que llegar pronto al trabajo porque había dado un premio de 46 millones en La Primitiva: "Él me comentó que si alguna vez nos tocaba a nosotros la lotería que comprara una casa, así que cuando al llegar al trabajo me enteré que era nuestro boleto el premiado, sentí ganas de ir a buscarlo al colegio a contárselo. Vivimos en un piso en el centro de Salvaterra y a él le gustaría tener más espacio donde jugar" relataba, ayer, emocionada Silvia González, que por la mañana continuó en su puesto de trabajo sin desvelar a los clientes que ella era una de las agraciadas.

Existe vínculo familiar entre tres de las premiadas: Yoli y Bea son hijas de Elena. Las tres son millonarias, aunque aseguran que todavía tienen que "asimilarlo". Bea relataba que de momento no pensaba dejar de trabajar en la empresa de elaboración de pizzas a la que se reincorporará el lunes, tras un periodo de vacaciones. "Hasta que palpe el dinerito no voy a cambiar nada", aseguraba.

Su hermana Yoli se enteró del premio por teléfono. Aunque vive en Ponteareas, ayer se encontraba en Barcelona, adonde viajó con su marido por una entrevista de trabajo. La madre de las dos, Elena, también trataba de asimilar ayer el premio, aunque estaba preocupada porque no quería llegar tarde a darle el desayuno a su madre. Además, se plantea ahora cómo hacer para que a sus otros tres hijos, que no están en la peña, también les llegue un pellizco.

Maricarmen es empleada de Comercial Agrícola Salvatierra y no abandonó su puesto de trabajo a pesar de ser millonaria. Cumplió con su jornada laboral como un día cualquiera: "Todavía estoy en una nube" aseguró. "Somos gente humilde y la verdad es que nos viene muy bien este dinero, porque tengo una hija estudiando y nos servirá para pagar... Vamos, lo que tiene todo el mundo, para tapar agujeros", comentó.

Por su parte, Gelucha no dudó en brindar ayer en la administración de lotería, muy contenta por el premio, que se suma a la felicidad de convertirse, muy en breve, en abuela.