Hacerse con un iPhone X es, a día de hoy, una misión imposible. El terminal de Apple más caro de la historia (cuesta 1.159 euros el más barato) tiene todas las reservas agotadas en su página web y hoy aterrizará en las tiendas de nuestro país a las 8.00 de la mañana, con gran expectación. Un aterrizaje forzoso en el que faltarán teléfonos por problemas en la producción. La compañía ya ha recomendado a aquellos clientes sin cita previa que lleguen temprano al Apple Store. Los de Cupertino tienen claro que su terminal se agotará a las pocas horas de salir a la venta, como ocurrió con las reservas online.

El pasado viernes la locura por el iPhone X se desató en internet. A las tres de la mañana ponían sus despertadores los neoyorkinos para entrar en la web de Apple y reservar el último modelo de la firma. En Europa eran las 09:01 cuando se abrió el período de reservas. Aquí y allí se agotaron las oportunidades para hacerse con el teléfono a los pocos minutos de abrirse el plazo. ¿La consecuencia? Muchos se quedaron sin el terminal y los madrugadores (o trasnochadores), hicieron negocio con las reservas que sí habían conseguido. En la página eBay la reventa de reservas alcanzó los 5.000 dólares. En España, todavía hay subastas activas que rondan los 2.500 euros. Un dineral para un teléfono que, en muchos casos, no estará disponible hoy día 3 de noviembre porque el envío se ha retrasado entre tres y cuatro semanas por la alta demanda.

Muchas solicitudes para pocos teléfonos. El terminal de Apple con reconocimiento facial, carga inalámbrica y pantalla OLED peca de sofisticado y su elaboración está siendo más costosa de lo esperado. Aunque el iPhone va ligado a la escasez por un tema de exclusividad (puro marketing), en esta ocasión el asunto parece más complicado. Ha habido problemas de producción sobre todo con las pantallas OLED, ésas que fabrica Samsung, la competencia. Los analistas apuntan a que el día del estreno habrá unos 3 millones de iPhone. Una cantidad muy por debajo de los que suele mover la compañía en el primer fin de semana de un nuevo lanzamiento. Aún así las acciones de Apple se han disparado esta semana tras la oleada de reservas del terminal. Mientras saborean el éxito, a los de Cupertino les toca discurrir cómo multiplicar sus teléfonos para el Black Friday, el día de los descuentos online, previsto para el 24 de noviembre.

La alegría de Apple contrasta con la tristeza en casa de uno de sus empleados, despedido porque su hija reveló detalles del iPhone X. Brooke Amelia Peterson, una adolescente de Silicon Valley, subió a YouTube un vídeo de cinco minutos en el que iba a comprar cosméticos con el iPhone X que su padre tenía a modo de prueba. Lo utilizó en público, mostró la pantalla y cómo funciona su cámara. Quebrantó el acuerdo de privacidad que firmó su padre con Apple, lo que provocó el despido del ingeniero. Moraleja: con el iPhone X no se juega.