"Matria", el cortometraje que desmonta el mito del matriarcado en Galicia a través de la historia de Ramona (Francisca Iglesias Bouzón), una trabajadora de una conservera, acaba de hacerse con el premio al mejor cortometraje español de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, Seminci, celebrada pasado el fin de semana. Su director, el vigués Álvaro Gago, narra en esta cinta un día en la vida de Ramona, una mujer que vive con su marido, un hombre con el que apenas se comunica y que trata de refugiarse en su relación con su hija y su nieta.

-¿Cómo surgió "Matria"?

-Tengo una muy buena amiga que cuidó de mi abuelo los últimos seis años de su vida. Pasé mucho tiempo con ella y tiene mucho ver con el personaje de la película.

- ¿Qué fue exactamente lo que le atrajo de esta mujer?

-Me atrajo su valentía, su carácter fuerte, su potencia a la hora de enfrentarse a los obstáculos vitales. Nosotros asociamos este tipo de mujeres independientes y fuertes a las matriarcas gallegas y de hecho, muchas personas han venido a estudiar nuestro supuesto matriarcado, pero han descubierto que lo que les había atraído era una idea falsa. Me interesaba explorar lo que defendemos y lo que realmente estamos defendiendo, y desmitificar esta idea de que las mujeres gallegas tienen más poder político y social que en otras regiones.

-¿No hay tal matriarcado?

-Galicia siempre ha sido un pueblo emigrante. Los hombres se iban y por pura necesidad, las propiedades pasaban de mujer a mujer e incluso se registraban con el apellido de esta, que era algo muy excepcional, pero esto responde a un "matrilineado", que es diferente al matriarcado. Esto no quiere decir que la mujeres gocen de una mayor trayectoria, presencia o poder social que en otros sitios, sino que responde a unas circunstancias económicas ante la ausencia del hombre.

-A más de un espectador le sorprenderá descubrir que ese matriarcado que se suponía que se daba en determinadas zonas de Galicia es un mito...

-Yo también vivía en una burbuja. En Galicia presumimos de un matriarcado que no existe ni ha existido nunca. Hay mitos que están muy arraigados y muy apegados, y hay cosas que damos por ciertas desde muy pequeñitos y que no solemos cuestionar. Y esta es una de ellas.

-¿Busca que su cine tenga ese componente crítico y desmitificador?

-Todo trabajo tiene que tener un cierto contenido político y un cierto compromiso con lo que retrata. "Matria" es un cortometraje y no creo que cambie mucho las cosas porque la influencia que puede tener es menor, pero se trata de intentar mejorar ciertas situaciones. En él quise dar voz a todas esas mujeres silenciadas y que tienen la necesidad de protegerse ante las dificultades de su entorno vital.

-¿En qué está trabajando ahora mismo?

-Estoy terminando el montaje de "Trote", del director gallego Xacio Baño, y preparando mi próximo cortometraje, "Vigo, 18 de decembro", que estará protagonizado por otra mujer. En esta ocasión, una mujer más joven, de unos veinticinco años, a la que seguiremos desde un pabellón, donde está entrenando, hasta el lugar donde ha quedado con su hermana. En ese camino algo sucede...

-¿Le interesan más los personajes femeninos que los masculinos o es una casualidad que protagonicen sus dos últimos cortos?

-No lo busco de una manera insistente. Yo no me invento los guiones; no no soy capaz de escribir tampoco de esa manera, sino que conozco a alguien y me interesa o estoy en un contexto donde hay circunstancias de las que puedo tirar, aunque supongo que también influye que el interés que nace y crece dentro de mí me lleva a prestar atención a personajes femeninos. También estoy rodeado de mujeres fantásticas y extraordinarias.

- ¿Para cuándo el largo?

-Hay algo por ahí, pero es aún un germen. La gente me empuja mucho para que lo haga, pero los cortos te dan la posibilidad de tocar varias cosas porque los tiempos de producción son menores. El problema es que al cortometrajista no se le apoya lo suficiente cuando se están haciendo cosas muy buenas. Las televisiones podrían emitir cortos y los cines podrían volver a proyectar alguno antes de la película, por ejemplo.