Beth Clay, de 45 años, entró a la consulta del médico creyendo tener un dolor de riñón y terminó saliendo con su tercer hijo. Ella y su marido Scott, de 51, han tenido un nuevo hijo por sorpresa, después de que Beth diera a luz a un niño al acudir al médico por las dolencias que sufría en la parte inferior de la espalda. Al llegar al centro médico con lo que creía que era un dolor de riñón, los profesionales le dijeron que estaba de parto.

La mujer había iniciado una dieta para perder peso durante el embarazo, por lo que no llegó a percatarse de que estaba esperando su tercer hijo, según recoge el diario Daily Mail.

El nuevo miembro de la familia, Liam, permaneció en la UCI para neonatos durante los primeros días, pero ya se encuentra en casa con sus padres y sus hermanos, Will de 20 años y Maggie de 27.