El Instituto Superior de Derecho y Economía (ISDE), por segundo año consecutivo, ha reconocido al abogado Eugenio Moure, con su Premio Jurídico Internacional en Derecho Sanitario. El letrado cuenta que, de los doce que ha recibido, "este es el más prestigioso" y resalta el hecho de que "es la primera vez en las nueve ediciones" de estos galardones que se concede de dos años seguidos a la misma persona. Con despachos en Vigo, Santiago, Ourense y León y un próximo desembarco en León, recibió también el de la excelencia jurídica en la práctica del Derecho de Responsabilidad Civil.

-El jurado le premia en particular el trabajo "La salud cesante o cómo valorar la pérdida de oportunidad". ¿De qué trata?

-No fue por un mero interés intelectual o académico, sino que es un tema que se me plantea en mi ejercicio profesional en muchas ocasiones. Como abogado experto en derecho sanitario, uno de los temas con los que tengo que lidiar habitualmente es la valoración del daño del paciente que por decisiones médicas, administrativas o por una inadecuada gestión de listas de espera, ha perdido la oportunidad de mejorar o curarse de su enfermedad, debido a un retraso diagnóstico o terapéutico. La valoración de ese daño genera muchos quebraderos de cabeza y, además, la jurisprudencia lo trata de forma muy dispar, así que hice un estudio de los fallos del Tribunal Supremo en los últimos 10 años y lo comparé con el estado de la doctrina. La vocación era una aproximación teórica más profunda a un problema que se me genera constantemente y hacer una aportación personal a lo que considero que deben ser las bases técnicas para la valoración de esa pérdida de oportunidad.

-¿Qué conclusiones sacó?

-Que la casuística es muy grande, que no existe un criterio unívoco a la hora de que los jueces determinen cómo se indemniza la pérdida de oportunidad y que es muy importante tener en cuenta siempre los porcentajes de reversión o curación de la enfermedad, en base a estudios médicos existentes. También hay que observar la compensación del daño moral, esa frustración que un paciente tiene por no ver satisfechas sus expectativas. Y tiene que ser ponderadas de distinta manera la medicina curativa y la satisfactiva [la estética dental y cirugía estética].

-¿Suena muy difícil de valorar?

-Es un reto para cualquiera que tenga que ponerle números a la salud cesante, entendida como salud que no tienes porque el diagnóstico certero o el tratamiento se ha demorado. Valorar cómo ese daño ha aumentado es un reto y he intentado sentar las bases para ordenarlo y para que en un futuro haya un baremo sanitario para medirlo.

-¿El derecho sanitario tiene hoy o menos trabajo?

-Estadísticamente y desde mi experiencia, más. Se notan los efectos de los recortes en la sanidad pública. Es innegable que existe una relación entre menos recursos dedicados y mayor daño. Es cierto que cada vez existe más conciencia de que las fatalidades en Medicina existen, pero también los errores. Hay más proactividad frente al error, mayor reivindicación y mayor conciencia de los derechos y, por tanto, mayor número de reclamaciones. Los políticos también han dictado normas que dan derechos a los pacientes. Les han dado herramientas. Hay una mayor presencia en todo el panorama nacional.