Se calcula que aproximadamente un tres por ciento de la población padece un problema mental grave. Según la Organización Mundial de la Salud, 60 millones de personas en todo el mundo padecen trastorno bipolar y otros 21 millones, esquizofrenia. A pesar de que casi todo el mundo conoce algún caso de trastorno mental grave y que hoy, gracias al seguimiento de los tratamientos, el control médico y el apoyo de terapias psicosociales se pueden mitigar y controlar muchos de los efectos adversos e incluso llegar a neutralizarlos, el estigma continúa estando presente en estos enfermos. No es lo mismo decir que eres diabético que esquizofrénico.

Desde DOA, asociación gallega que trabaja en la rehabilitación psicosocial de las personas con enfermedad mental, recuerdan, sin embargo, que un problema de salud mental no define a nadie como persona, sino que se trata de una circunstancia más en su vida. "La gente sigue creyendo que son personas violentas, pero realmente no son las que tienen un mayor índice de violencia. En treinta años de la asociación, no hemos tenido ni un caso de agresión a un trabajador. Y no tenemos seguridad. Es una enfermedad crónica que se controla perfectamente con medicación", afirma Juan Manuel Adá, gerente de esta asociación, que gestiona 89 plazas en centros de rehabilitación y 34 en residenciales.

Y en esta rehabilitación juega un papel importante el empleo. Por ello, el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, se dedica este año a la integración laboral. Su lema, Trabajar sin máscaras. Emplear sin barreras. Se trata, de un lado, de eliminar prejuicios y miedos a la hora de contratar a quienes padecen depresión u otros problemas de salud mental, y del otro, de animar a los trabajadores afectados a compartirlos para lograr su normalización.

Adá reconoce que contratar a una persona con enfermedad mental genera muchas dudas a las empresas. "Conseguir que una empresa contrate a una persona con discapacidad es difícil porque genera muchas dudas en cuanto a su rendimiento en el trabajo; a una con un problema de salud mental, mucho más", añade.

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, el gerente de DOA reclama "más y mejores programas" de reinserción laboral. "Se habla de empleo con apoyo y de beneficios para las empresas, pero estas intenciones, si no van acompañadas de aportaciones económicas reales no se pueden llevar a cabo. La salud mental es el gran olvidada de la discapacidades porque no es tan visible como otras", denuncia.

David del Castillo, psicólogo y director de DOA, asegura que el trabajo es importante para estos pacientes tanto desde el punto de vista de autorrealización personal como clínico. "Como en el caso de cualquier persona, hay que ver cuáles son sus potencialidades y buscar un empleo que encaje con su perfil. Pero en general, tienen muchas cualidades y muchas habilidades que son muy útiles para el mercado laboral. Nosotros tenemos personas que han tenido una integración laboral satisfactoria", explica.

Sin embargo, el estigma social se interpone en su camino a la integración plena. "Todos necesitamos el trabajo para vivir; no solo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista de autorrealización y de salud", dice.

DOA celebrará el Día Mundial de la Salud Mental con distintos actos. Uno será la lectura del manifiesto mundial, en la plaza del Rey (13.00 horas) y el "Fotomaratón DOA. Primeras experiencias fotográficas con un móvil", en Urban Market (12.00-22.00 h.).