El Papa insta a los sacerdotes a no ser "curas de salón" al tiempo que reitera la importancia de la formación sacerdotal permanente que debe durar "toda la vida".

"¿Qué sacerdote quiero ser? ¿Un 'cura de salón'?, uno tranquilo y asentado, o discípulos misioneros cuyo corazón arde por el Maestro y por el pueblo de Dios?", se preguntó Francisco ante los participantes en el Encuentro Internacional promovido por la Congregación para el Clero, sobre la Ratio Fundamentalis.

El pontífice señala que si un presbítero no se deja formar cada día por el Señor, "se vuelve un cura apagado, que se arrastra en el ministerio por inercia, sin entusiasmo por el Evangelio, ni pasión por el Pueblo de Dios". Para el Papa es necesario que los sacerdotes se dejen moldear por Dios cada día. Así manifiesta que aquel que se encomienda "en las manos del Alfarero con 'A' mayúscula conserva en el tiempo el entusiasmo del corazón, acoge con alegría el frescor del Evangelio, habla con palabras capaces de tocar la vida de la gente".

Abusos sexuales

En otro orden de cosas, los obispos australianos abordaron con representantes de la Santa Sede la desconfianza de los laicos tras los casos de abusos sexuales en la Iglesia de ese país, según informala Sala de prensa del Vaticano.

"La Jefatura de la Conferencia Episcopal Australiana se ha reunido esta semana en Roma con funcionarios de la Secretaría de Estado y diversos dicasterios de la Santa Sede para debatir ampliamente la situación de la Iglesia Católica en Australia en este momento. Los temas abordados incluyeron la Royal Commission into Institutional Responses to Child Sexual Abuse, la relación entre la Iglesia y la sociedad en general, la restauración de la confianza y una mayor participación de los laicos en los roles de toma de decisiones en la Iglesia", se lee en el comunicado. La delegación oceánica estaba presidida por Mark B. Coleridge, arzobispo de Brisbane y el juez Neville J. Owen del Truth, Justice and Healing Council, entre otros.