Consciente de las críticas que recibe desde determinados foros el llamado 'Método Estivill', el médico subraya que se ciñe a las evidencias científicas y a años y años de investigaciones.

- Usted trata los problemas de sueño en la infancia, pero ¿por qué se producen esos problemas?

- Cuando hablamos de niños tenemos que especificar de qué edad hablamos. No es lo mismo un niño de 2 años que uno de 11 años. Hasta los cinco años podemos hablar de dos tipos de causas. Una es la causa médica: niños que tienen problemas de sueño por que tienen la piel atópica, alergias, intolerancia a la lactosa... La otra causa son los malos hábitos derivados de que los padres no han enseñado al niño a dormir correctamente. Digamos que los niños que duermen mal entre los seis meses y los cinco años son un 30 por ciento del total. De ellos, el 80 por ciento es por malos hábitos.

- ¿Y eso de qué depende?

En la sociedad actual, en la que los padres trabajan mucho y tienen poco tiempo, los niños muchas veces no tienen el camino bien marcado por sus padres para enseñarles a dormir. Se producen situaciones en las que el rey de la casa es el niño, no solamente con el sueño sino también con la comida y con otros hábitos.

- ¿Qué sucede a partir de los cinco años de edad?

Entre los cinco y los doce años es cuando mejor duermen los niños. A partir de los once o doce años estamos viendo otro tipo de mal dormir que se debe a que los niños se van muy tarde a la cama. Es decir, duermen menos horas de las necesarias y ahí sí que está presente el mundo de la tecnología de los móviles, las tabletas y la televisión. Todo eso hace que el niño se acueste mucho más tarde, cuando un niño a esta edad necesita dormir aproximadamente unas once horas.

- Es decir, que si tiene que levantarse a las siete o a las ocho para ir al colegio, tiene que acostarse....

- A las nueve tiene que estar durmiendo y pocos niños hay que se van a la cama a las nueve. Hace treinta o cuarenta años, cuando las familias tenían cuatro o cinco hijos, no sucedía. Primero porque no había tanta tecnología, como mucho un televisor o una radio y, además, a las ocho y media de la noche sonaba el famoso 'Vamos a la cama' y los niños se iban a la cama. Hoy en día estamos detectando más alteraciones del sueño digamos debidas a esta causa más ambiental o cultural. Por eso depende mucho del punto del mundo donde hagas los estudios. Por ejemplo, en toda la sociedad occidental y en la oriental avanzada, como Japón, los problemas son los mismos: niños enganchadísimos a las tecnologías. Además, recientemente se ha descubierto que el efecto de la luz de estos dispositivos hace que el cerebro deje de fabricar una sustancia que necesitamos para dormir y que se llama melatonina. Si nosotros ponemos esta luz blanca, que se llama luz fría, a una distancia de un palmo de los ojos (que es la que hay cuando el niño contesta los Whatsapp) propiciamos que le cueste más dormir, bloqueamos la fabricación de la melatonina.

- ¿Y el efecto es el mismo en adultos?

- Es idéntico. Piensa, además, que los niños son un fiel reflejo de lo que ven en casa. Si usan el móvil es porque los papás lo usan y porque los papás se lo dan para que se callen.

- ¿Se puede controlar?

- Los papás son cada vez más conscientes de que las tecnologías son adecuadas para el bienestar del niño o, mejor dicho, para enseñar cosas al niño, pero tienen que aprender a limitarlas. Nosotros decimos: dos horas antes de acostarse, tanto niños como adultos, tienen que apagar los móviles. No podemos conseguir que un niño deje de usar un móvil por la noche si ve que el papá o la mamá están utilizándolo. Los niños son muy listos. Son grandes imitadores. Ellos no tienen ninguna culpa. Los responsables son los adultos.

- ¿Qué consecuencias tiene para un niño no dormir las horas que le corresponden?

- Tanto para niños como para adultos siempre hay consecuencias de un mal dormir. Un niño de un año que no duerma las horas correctas puede ser un niño que durante el día esté irritable, de mal humor, que coma menos. Los conocimientos que aprenden en la escuela los consolidan mejor los niños que duermen bien. La memoria se consolida mientras dormimos. Incluso se ha comprobado que el sueño o su falta influye en la talla, porque mientras dormimos fabricamos la hormona del crecimiento. Los niños que duermen poco y mal pueden ser niños más bajos de lo que desde el punto de vista genético podrían haber llegado a ser.

- Hay gente que opina que dormir es una pérdida de tiempo.

- Las personas que piensan algo así son ignorantes en cuanto a la función del sueño. Una persona puede morir antes de falta de sueño que de falta de comida y agua. Esto está comprobado. El sueño es fundamental porque es un taller de reparación y de restauración. Las horas que necesitas dormir van en función de la edad que tienes. Un niño de 5 años necesita que el taller repare y asimile todo lo que ha hecho durante todo el día, eso significa que tiene que dormir once horas. Un adolescente, nueve; un adulto, ocho, y un adulto mayor de 65 años, con seis o siete horas tenemos bastante, pero hemos de hacer una siesta de unos veinte minutos que sirve para completar el sueño necesario en 24 horas.