Según la OCDE, los adultos con educación superior ganan más, se recuperan mejor de crisis económicas y además es menos probable que sufran de depresión que quienes tienen menor instrucción. Conozcan o no esos argumentos, una parte de los jóvenes gallegos sí ha apostado por la educación terciaria. Así, desde que el Ministerio de Educación publica registros al respecto, 2002, se ha multiplicado el porcentaje de gallegos de entre 25 y 34 años que cuenta con educación superior. En la actualidad, según el último dato aportado por el Ejecutivo central y que parte de la Encuesta de Población Activa, son un 45% los chicos que pueden poner en su currículum que han finalizado como poco una carrera universitaria o un FP de grado superior, mientras que hace quince años solo podían decirlo un 36,4%.

En el elevado incremento, de nueve puntos -un 23 por ciento más- en el período mencionado, solo los jóvenes asturianos se pusieron más las pilas, ya que en la comunidad vecina se pasó desde un porcentaje que se hallaba ligeramente por debajo del gallego de titulados superiores (un 35,5%) a otro que se ubica ahora por encima (52%).

En todo caso, el dato gallego sitúa a la comunidad con un mejor comportamiento que la media de la OCDE -donde ese porcentaje es del 43% por ciento- y de la Unión Europea -donde se queda tres puntos más abajo-, además del de España (donde se sitúa en el 41%), según datos difundidos en el "Panorama de la Educación" correspondiente a 2017 que realiza cada año la OCDE. En cuanto a países, Galicia se codea al mismo nivel con Holanda (donde también el 45% de los chicos tiene estudios superiores) o Francia (44%).

Déficit de formación

Pero si ese dato es favorable, las tornas cambian cuando se analizan los otros niveles de formación alcanzados por la población de esas edades, sobre todo si se los compara con el entorno. Y es que en torno a un 30 por ciento de los jóvenes gallegos se ha quedado como mucho en la ESO, el doble que en la OCDE (16%) y la UEEl porcentaje gallego de los que solo disponen de educación obligatoria es parecido al de Portugal (31%), situado de decimotercero por la cola en el informe de la OCDE por su elevada cifra, aunque España lo tiene algo peor: con un 35% está en 9º puesto.

Entre los que disponen de formación básica y los que pudieron formarse en la universidad o en un ciclo formativo de grado superior, están quienes se quedaron entre las dos aguas, con un grado medio de FP o Bachillerato. En esa tesitura está el 25% de los jóvenes gallegos (24 por ciento en España).