El cáncer diagnosticado en jóvenes puede acortar y dificultar la vida laboral de los pacientes, y el impacto emocional de la quimioterapia es más acusado que los efectos secundarios que produce. Estas son las conclusiones de dos de los estudios presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2017), que se clausura mañana en Madrid, y que reúne a unos 25.000 especialistas de 130 países para conocer los últimos descubrimientos científicos, compartir prácticas eficaces y mejorar los tratamientos de la enfermedad tumoral. Esto, en cuanto a las malas noticias, porque entre los 3.260 trabajos presentados -de los que España es uno de los cinco primeros países contribuyentes- hay también muchos avances. Este es un resumen de las noticias más destacadas de este congreso.
| El cáncer acorta la vida laboral en pacientes jóvenes. Los efectos psicológicos y las secuelas de los enfermos de cáncer adolescentes y jóvenes pueden repercutir y reducir la vida laboral de los supervivientes. Álvaro Lassaletta, del Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, señala que entre las secuelas están la aparición de segundos tumores, el mayor riesgo en desarrollar enfermedades cardiovasculares o la disminución de la fertilidad.
| El impacto psicosocial de la quimioterapia afecta más que sus efectos secundarios. Investigadores del Kliniken Essen Mitte Evang (Alemania) han constatado que el impacto psicosocial que tiene la quimioterapia en los pacientes con cáncer es más acusado que los efectos secundarios provocados por este tratamiento, como las náuseas o los vómitos, que hasta ahora eran lo que más preocupaba a estos enfermos. Las quimioterapias modernas reducen estos efectos, mientras que la pérdida de cabello, los problemas de sueño, la ansiedad y la preocupación por cómo puede estar afectando la enfermedad a sus parejas o familiares producen más impacto.
| Nuevo medicamento para combinar con el tratamiento hormonal en el cáncer de mama. El acompañamiento del tratamiento hormonal con una nuevo medicamento (abemaciclib) en un tipo concreto de cáncer de mama logró reducir el riesgo de recaídas en un 46 por ciento, según el estudio Monarch 3. Este medicamento ha sido introducido como acompañamiento al tratamiento hormonal que habitualmente se emplea como estándar en un tipo concreto de cáncer de mama: en mujeres posmenopáusicas con la enfermedad avanzada. Esta terapia combinada contra el cáncer de mama permite un control de la enfermedad en periodos de tiempo mucho más largos y retrasa la necesidad de que las pacientes tengan que someterse a quimioterapia.
| Dos tratamientos contra el cáncer de mama precoz. La combinación de dos tratamientos administrados antes de la cirugía en mujeres con cáncer de mama precoz HER2-negativo y receptores hormonales positivos, uno de los más prevalentes, reduce el tamaño del tumor, según el estudio Lorelei, con participación española. Este trabajo muestra que administrar taselisib (terapia dirigida que actúa directamente sobre la molécula responsable del cáncer) y letrozol (tratamiento endocrino que se utiliza en los tumores hormonales) aumenta significativamente las tasas de respuesta objetiva. Letrozol es la terapia estándar en pacientes con tumores HER-2 negativo y receptores de estrógenos, que suponen el 70 % de todos los casos de cáncer de mama.
| Inmunoterapia contra el cáncer de pulmón. El estudio Pacific, liderado por el doctor Luis Paz-Ares, del Servicio de Oncología del Hospital Universitario 12 de Octubre, y que se realiza en 235 hospitales de 26 países, abre una nueva vía terapéutica para aumentar el tiempo sin recaídas del cáncer de pulmón no microlítico, el subtipo más común de esta enfermedad. Casi un tercio de los pacientes con cáncer de pulmón no microlítico son diagnosticados cuando la enfermedad ya está avanzada y ha alcanzado el estadio III, lo que hace imposible que se les someta a cirugía con intención curativa y se les aplican tratamientos combinados de quimioterapia y radioterapia. El tratamiento estándar con quimioterapia ofrece una supervivencia sin recaídas de unos 8 meses y sólo el 15 % de los pacientes sobrevive cinco años al diagnóstico. Si, además de la quimioterapia y la radioterapia, se aplica un nuevo fármaco basado en la inmunoterapia, se aumenta el período libre de enfermedad, que podría llegar hasta los 20 meses.
| El cáncer de colon en el lado derecho tiene peor pronóstico. La eficacia de los tratamientos y la evolución del cáncer colorrectal depende de la localización del tumor: los pacientes en los que el origen es el lado derecho del colon tienen peor pronóstico, independientemente del estadio y la mutación genética, según dos estudios españoles presentados en el congreso de Madrid.
