"Aquel que entra en San Simón no sale con vida". Un famoso dicho para definir lo ocurrido entre octubre de 1936 a 1937, cuando la "Illa dos Pensamentos" no era otra cosa que un campo de concentración en el que estuvieron retenidos más de 6.000 presos políticos en los siete años de su funcionamiento. Un capítulo crucial en las memorias de la Isla, que forma parte de los más de 200 años de historia.

La anterior semana, un grupo de casi 40 personas de todas las edades pudieron repasar todos estos acontecimientos gracias a la visita guiada, que incluía un paseo en barco por la Ría de Vigo para conocer la historia de la Batalla de Rande y una expedición de una hora por San Simón.

El barco de Piratas de Nabia partió del puerto de Cangas e hizo una segunda parada en Vigo. A las 17.00 los asistentes descendían en el embarcadero de San Simón, frente a la antigua enfermería y el edificio donde habitaban los presos de tercera clase. "En los últimos años de funcionamiento del campo de trabajo, en este edificio llegaron a dormir 600 presos totalmente enlatados", comentaba el guía.

Los visitantes, la mayoría de Vigo o de otros destinos gallegos, acudieron además al museo. "Ya conocíamos un poco la historia de la isla, pero aún así hemos aprendido mucho en esta hora, aunque se ha hecho un poco corta", indican las viguesas Elena y Sara. Por su parte, la pareja lucense formada por Teresa y Luis destacaron los "importantes hechos históricos del lugar", que hacían de San Simón "una isla distinta al resto".

Lazareto marítimo

Tal y como marcaba la tradición, los lazaretos se instalaban en los puertos de las grandes ciudades costeras para tratar a todas aquellas tripulaciones que llegasen enfermas o con sospechas de provocar contagios, procedentes en sus primeros años de puertos europeos.El centro se puso en funcionamiento en 1842, al publicarse el reglamento. Los "sospechosos" se establecían en San Simón, mientras que los " incurables" eran trasladados a San Antón, al otro lado del puente. Entre las enfermedades más comunes en este lazareto, se encontraban el cólera,el paludismo o la fiebre amarilla.

"Pese a lo que piensa todo el mundo, el Lazareto de San Simón no fue el primero en la Ría de Vigo", afirmaba el guía de la visita. Las Islas Cíes, denominadas entonces "Islas Bayonas de Vigo" fueron lugar de cura de enfermedades infecciosas en 1826, a pesar de no contar casi con infraestructura. De aquellas solo había un lazareto en España, situado en la Isla de Menorca. La fortaleza sanitaria de "Mahón" comenzó a prestar sus servicios con regularidad en septiembre de 1817. "Ya a comienzos del año 1898, comienzan a tratar con más enfermos y repatriados recién llegados de la Guerra de Independencia cubana", señala el guía.

Campo de concentración

La instalación comenzó a funcionar en octubre de 1936, con presos provenientes de Vigo y Pontevedra. Esta primera etapa del campo destaca por la represión física, paseos nocturnos y consejos de guerra. "Se habla de un número más alto, pero solo se tiene constancia de seis fusilamientos de manera certificada", apunta el guía.

En la ruta se nombra además a un grupo de mujeres de Redondela, que durante este periodo ayudaban a los presos facilitándoles comida (se alimentaban principalmente de berberechos),lavándoles la ropa o haciendo de intermediarias con sus familias.

Con la caída del frente norte en 1937, la isla acude a su máximo momento de saturación, recibiendo casi 2500 presos más, la mayoría de la zona cantábrica, acumulando así una cifra de 6000 prisioneros, desde estudiantes, médicos, profesores o marineros.

Cinco años después del cierre del campo, ya en 1948, se establece en la isla el "Hogar Méndez Núñez", para dar formación básica a los huérfanos de los marineros. Más de 600 niños menores de 10 años pasaron por el orfanato hasta su cierre en 1963.

"Aconsejamos la visita, es muy útil para ver todo lo que pasó aquí. Creo que incluso debería haber un Centro de Memoria Histórica en la Isla como homenaje de lo sucedido", resalta María Jesús, una de las visitantes. La gran mayoría afirmaron que ya conocían parte de la historia del lugar. Algunos incluso quisieron acudir tras leer obras de Agustín Fernandez Paz o Manuel Rivas, ambientadas en la isla. "En el colegio leí Noite de voraces sombras, y sentí mucha curiosidad por la isla. Quise venir en persona para conocer la historia", indica Clara, una estudiante viguesa.

Elena y Sara | Ambas son viguesas

"Ya conocíamos un poco la historia, pero hemos aprendido mucho"

Júrgen, MªJesus y Olga | Familia viguesa y ourensana

"Se debería hacer un Centro de Memoria Histórica como homenaje de lo sucedido"

Clara | Estudiante viguesa

"Leí ´Noite de voraces sombras´ y me pudo la curiosidad de venir aquí "

Teresa y Luis | Pareja Lucense

"Es una isla diferente, porque lo más importante es la historia de la misma"