Las buddy movies de acción han dado en los últimos años algunas películas estimables, especialmente cuando Shane Black figura a los mandos del guión y la dirección. Tanto la descarada Kiss Kiss Bang Bang como la estupenda Dos buenos tipos son dos filmes estimables en los que la química entre los intérpretes, siempre muy trabajada, se engarza con una historia bien escrita y con una dirección firme.