"Al margen de que todas las personas que intervinieron en las incidencias de estos últimos días hiciesen un trabajo excelente, lo que debemos valorar es que en las playas donde hay un buen servicio de socorrismo, la probabilidad de recuperar a una persona que haya sufrido una parada cardiorrespiratoria es mucho mayor", así analiza el coordinador de emergencias en playas, Carlos Vales, las actuaciones llevadas a cabo entre el pasado domingo y este martes, cuando dos varones que disfrutaban del calor de la Playa de Samil se desplomaban en la orilla del mar.

La Playa de Samil es sin duda uno de los atractivos turísticos más fuertes de la ciudad durante la época estival y atrae no solo a vigueses y viguesas, sino que llega gente desde muchos y diferentes puntos del mapa.

Tanto es así que durante un domingo o un festivo -como ocurrió en estos dos últimos incidentes- el arenal y sus alrededores pueden llegar a albergar a unas 35.000 personas. "Unas condiciones que requieren un servicio como el que se está prestando", apunta Carlos, que lleva ya 10 años coordinando este Centro de Emerxencias.

Con más de 50 personas activas y más de 70 contratadas desde las 12.00 hasta las 20.00 horas, el servicio de socorrismo de Vigo "no solo atiende al personal del arenal", sino que ofrece sus servicios cualificados y sus medios dotados al 112, a Salvamento Marítimo y al 061, para que la cobertura también llegue a todos los negocios de hostelería de la zona y a cualquier persona que lo necesite.

"No deja de ser anecdótico que en tres días hayamos tenido las dos únicas paradas cardiorrespiratorias del verano, aunque lo más extraordinario es que los dos hombres saliesen vivos de aquí. Nosotros siempre hacemos todo el protocolo igual, pero las probabilidades de salir adelante suelen depender de el tipo de patología de la persona", comenta Carlos, haciendo hincapié en la necesidad de huir de los personalismos y las heroicidades.

No cabe duda de que el servicio de socorrismo de las playas de Vigo y todos los servicios de seguridad que engloba son pioneros en en las medidas cautelares y de actuación, pero donde más resalta en comparación con otras playas gallegas es la especialización de servicio (con enfermeras y auxiliares de enfermería) y la dotación médica con la que cuentan (botiquines preparados para cualquier situación, embarcaciones de salvamento, ambulancia, vehículos para desplazarse de manera rápida entre los arenales, etc.), que no solo implica una mayor capacitación profesional, sino que son muchas las situaciones que son capaces de gestionar y resolver en un tiempo récord y, como los vigueses pudieron comprobar, de manera exitosa.

Con 10 playas con servicio de socorrismo (Rodas, Figueiras, Fortiñón, Canido, O Vao, Fontaíña, Samil, Argazada, Tombo do Gato y A Punta) y muchos más pequeños arenales que vigilar, Carlos Vales hace un llamamiento a la precaución no solo durante las horas más críticas del día: "Las personas que padezcan algún tipo de cardiopatía o tengan factores de riesgo no deberían bañarse solas. Que no se alejen de la orilla y si comienzan asentirse mal, que no se bañen, que vengan al puesto de socorrismo".

Además, Carlos explica que no es coincidencia que sea en la parte más cercana a Alcabre donde se registren -si hay- todas las paradas cardiorrespiratorias año tras año, pues "es una parte del arenal muy recogida del viento", un lugar perfecto para la gente mayor que, obviamente, tiene más cerca los factores de riesgo de las cardiopatías, disfrute del verano. En el punto de coordinación conocen estos y otros muchos datos que hacen que la repartición de recursos sea eficiente.