El 'mito' Hodgson continúa. El fundador y voz de Supertramp, Roger Hodgson (Portsmouth, 1950) regaló ayer a Vigo un concierto cálido, cercano y divertido en un auditorio con aforo completo y fans -de edad madura en su mayoría- que no ahorraron en aplausos.

Los clásicos 'hits' como "Breakfast en America" prendieron en el público desde los primeros minutos, a última hora con "Dreamer"; pero el rock sinfónico tuvo su tiempo y dejó paso a temas inéditos.

No hizo gala de puntualidad británica y Roger Hodgson se presentó ante el público a las 22.14 horas. El auditorio Mar de Vigo colgó el cartel de "entradas agotadas" para el directo patrocinado por FARO DE VIGO y organizado por el Concello de Vigo, que clausuró el Festival Illas Cíes. "Esta noche nos sentimos orgullosos de presentaros al genio creativo que está detrás de las canciones atemporales que se han convertido en la banda sonora de nuestras vidas", aseguró el periodista de FARO Rafa López, como presentación del artista.

"Boas noites,Vigo" saludó en gallego el compositor, "sois afortunados, es uno de los sitios más bonitos de España", indicó en lo que sería una constante conversación con el público.

Con la pegadiza "Take the long way home" -de estilo Bowie- comenzó la velada. Prosiguió con aires Pink Floyd en "School" y desató al público que no paró de aplaudir en "Breakfast en America".

Además de su característica voz aguda, Hodgson se prodigó como multiinstrumentista y desgranó en formato quinteto dieciocho canciones en casi dos horas; de ellas catorce de Supertramp, y otras posteriores de él en solitario.

Durante el espectáculo, sin artificios (la iluminación, con haces de luz y la decoración, solo a base de plantas en el escenario) y de una presumible naturalidad, el artista hizo gala de buena conexión con el público, al que invitó a "olvidar sus problemas". El compositor incluso felicitó el cumpleaños de un espectador y saludó a otro de Alicante que le había seguido durante toda la gira.

Hodgson estuvo arropado por una completa banda de cuatro músicos: Aaron McDonald (saxofón, armónica y teclados), Bryan Head (batería), Kevin Adamson (teclados) y David J Carmenter (bajo).

"Lovers in the wind", una de las suyas en solitario servía, dijo el músico, para recordar "que el amor es lo más importante". También, para abrir el cajón de sus trabajos como solista con una canción perteneciente a "In the Eye of the Storm", el primero de los tres álbumes publicados en solitario. Luego vendría "Along came Mary", emcionada canción con gaitas y de nuevo, otro 'hit' mítico: "A soapbox opera".

Además de los éxitos ineludibles como "Dreamer" (que hizo levantar al público en aplausos), el músico de Portsmouth hizo un alto en su "viaje" para interpretar una canción "Teach me to love again", a la que se sumó otro tema inédito, "The awakening", con una letra que habla, señaló el compositor, de "lo importante que es el perdón".

Tras esa y otras canciones de carácter melódico y "Fool's overture", otro de los clásicos de Supertramp que ni caen en el olvido, ni sufren desgaste alguno.

El bis que el público disfrutó con "Give a little bit" fue uno de los momentos más emocionantes y desbordantes de energía.

"Canto mejor ahora que en el momento que estaba con Supertramp y que soy como el buen vino. Está claro es que he mejorado con la edad, mi voz se ha vuelto mejor. Además, la banda que toca conmigo es la mejor que habría podido reunir", aseguró recientemente a FARO en una entrevista.

Además del cierre del ciclo musical en Vigo, el músico inglés también eligió Vigo -único concierto en Galicia- para cerrar una gira con la que pasó por Madrid, Barcelona y recientemente por Cambrils y Laredo. "Ponemos fin a un tour europeo", indicó al principio de un concierto que ha engrandecido la merecida fama del artista.

Fue, sin duda, un gran regalo por parte del compositor inglés a la candidatura de las islas Cíes como Patrimonio de la Humanidad, un regalo único e irrepetible.