El Campamento Urbano vigués deja atrás 15 intensos días y se queda a la espera de su 30 aniversario, el año que viene. Medio mes en el que los juegos, las excursiones y las amistades dejaron un muy buen sabor de boca a todos sus participantes: "Hice muchos amigos, estoy muy triste porque se acabe", afirmó Cari Silvera, una de las usuarias que repetía por segundo año consecutivo.

Las actividades llevadas a cabo se desarrollaban entre las 9 y las 2. Existía un tiempo de acogida, se presentaba la actividad de la primera parte de la mañana, había un descanso, y después venía la segunda que, casi siempre, se llevaba a cabo en diferentes emplazamientos de la ciudad. Por otra parte, realizaron excursiones a la playa, parques, etc; una "Xuntanza" con el resto de Campamentos Urbanos de Galicia, en el que se juntaron unas 1.500 personas; y "A noite de maiores", en la que los mayores de 14 años hicieron una velada nocturna y durmieron en las instalaciones de la asociación organizadora, Abertal. Además, cumpliendo uno de los objetivos: facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, también se ofrecía servicio de madrugadores y de fiambrera.

El campamento, sin límite de plazas y cuyo único filtro es la edad: de 8 a 14 años, se enmarca en una iniciativa que nació en el sur de España en agosto de 1985 cuando, con motivo del Año Internacional de la Juventud, se celebró el primero en La Línea de la Concepción (Cádiz). A Galicia llegó en 1987, organizado por la Asociación Juvenil Don Bosco, en Santiago de Compostela, y desde allí se fue expandiendo con una gran acogida por toda la geografía gallega. Este pretende acercarse a la ciudad y convertirla no solo en un servicio, sino también en un lugar donde jugar permitiendo así un redescubrimiento muy enriquecedor con un gran carácter lúdico y educativo.

Segundo Cousido Vieites, director del Campamento Urbano y del Centro Xuvenil Abertal, cuenta que "muchas veces la gente cae en el error de pensar que solo consiste en entretener y supervisar" y, ante la pregunta sobre cómo es su dinámica para vigilar a tantos niños, él responde que lo que quieren no es controlarlos, en el sentido de limitarlos, sino convertir la estancia en un tiempo compartido para crecer con ellos y educarse juntos: "La frontera entre el adulto y el niño es el criterio del primero", añade.

Libre, abierto y gratuito

Se trata de una iniciativa libre, abierta y gratuita. Libre porque los niños pueden ir cuando quieran, la idea es que las actividades llevadas a cabo por el monitorado enganchen y sean ellos los que tengan la voluntad de asistir e incluso de convencer a sus amigos para que se unan. Abierta porque no solo está pensada para los usuarios habituales de la asociación, cualquiera que lo desee puede acudir, y gratuita por la búsqueda un campamento popular, sobre todo pensando en aquellos niños que no tienen posibilidad de asistir a otros.

Uno de los ámbitos más sobresalientes es su carácter integrador. No existen actividades específicas para nadie, aunque no todos se encuentren en las mismas condiciones, hecho que forma parte de la propia filosofía del campamento desde sus inicios, "incluso cuando no estaba tan de moda hablar de integración", añade Vieites.

Otro de los elementos que conforman la particularidad de esta iniciativa es que los animadores son voluntarios. Cuentan con entre 50 y 100 monitores, de edades comprendidas en el rango de 16 y 35 años, que deciden cada verano invertir su tiempo en el ocio de los niños sin recibir ningún tipo de contraprestación económica. Algunos son de Vigo y otros de otras partes de España o de otros países: "Hay gente que lleva hasta 8 y 10 años seguidos", afirma el director del campamento.

Ahora mismo, aunque haya nacido en Abertal, se desarrolla en instalaciones proporcionadas por el Concello de Vigo y también es este quien se encarga de las aportaciones económicas necesarias: "El Concello supo valorarlo y por eso tomó la decisión de, en cierto modo, apadrinarlo y cuidarlo", apunta Segundo. Además, confiesa que aunque el Campamento Urbano haya nacido en el seno del Centro Xuvenil Abertal, "ahora mismo su valor va mucho más allá".

Carmen Falque - Usuaria desde hace 4 años

"Lo que más me gustó fue la velada nocturna de los mayores"

Lucía Cal - Usuaria desde hace 3 años

"Hacemos muchas actividades, nos lo pasamos muy bien"

Cari Silvera - Usuaria desde hace 2 años

"Hice muchos amigos, estoy triste porque

se acaba"