Un equipo de científicos ha logrado por primera vez, mediante técnicas de edición genética, corregir en embriones la mutación del gen que causa miocardiopatía hipertrófica, una enfermedad hereditaria que afecta a una de cada 500 personas y es la causa más común de muerte súbita en atletas.

La técnica, que usa el sistema de edición genética CRISPR-Cas9, corrigió el error en la etapa más temprana del desarrollo embrionario; esto evitaría su transmisión a generaciones futuras.

Los resultados se publican en Nature y sus autores aseguran haber cumplido con todas las consideraciones éticas de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU sobre técnicas de edición genética, los experimentos con embriones se realizaron en centros de ese país.

Estos (los embriones) se mantuvieron con vida unos pocos días y nunca se desarrollaron pensando en su implantación.

Los científicos, entre ellos el español Juan Carlos Izpisúa Belmonte, del Laboratorio de Expresión Genética del Instituto Salk (California) recalcan que, aunque se trata de resultados prometedores, estos son preliminares y es necesaria mucha más investigación para asegurar que no se produzcan efectos no deseados.

También participa la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, el Instituto de Ciencias Básicas de Corea del Sur y el laboratorio de ingeniería para la innovación de diagnóstico molecular BGI-Qingdao y Shenzhen (China).

No es la primera vez que se publica un artículo sobre edición genética en embriones. Hasta ahora lo habían hecho equipos chinos, pero sí que es la primera vez en EEUU, con unos resultados que prueban que el procedimiento es "más efectivo y seguro" de lo pensado, resume a Efe vía correo electrónico Izpisúa.

Y es que a diferencia de los anteriores trabajos, aquí se usa una metodología distinta que favorece la generación de embriones sanos.

Para llevar a cabo los experimentos se generaron embriones nuevos, no se utilizaron como hasta ahora embriones sobrantes de procesos de fecundación 'in vitro': se produjeron cigotos fertilizando ovocitos sanos con esperma de un donante portador de una mutación en el gen MYBPC3 (causa miocardiopatía hipertrófica).

Quien tiene una copia mutada de este tiene un 50 % de probabilidades de transmitirlo a sus hijos.

Los investigadores son conscientes de que el diagnóstico genético preimplantacional (DGP) -estudia los embriones antes de implantarlos-, es una fórmula válida para evitar aquellos con mutaciones, pero este trabajo contribuye a mejorar las fecundaciones 'in vitro' porque se aumentaría el número de embriones sanos listos para implantar.

Izpisúa indica a Efe que se ha demostrado "eficacia y seguridad por primera vez en embriones humanos, por lo que se abre la puerta a que esta tecnología pudiera llevarse alguna día a la clínica, obviamente con todas las precauciones".