"Me gustaría visitar las ciudades en las que toreo", reconoce Andrés Roca Rey al confesar que "apenas me da tiempo de descansar, comer y vestirme de torero para ir a la plaza", un ritual que repitió ayer momentos antes de hacer el paseíllo en Pontevedra. Si en su primera ocasión en el coso gallego salió a hombros ayer tampoco defraudó: cortó una oreja y el público pidió otro trofeo y lo ovacionó.

- ¿Cómo ha sido la recuperación de la cornada sufrida en Pamplona y cómo se está sintiendo tras su reaparición el pasado día 27?

-Cada percance que uno tiene te deja en cama por lo menos unos días y lo que se hace es darle muchas vueltas a la cabeza. Esto te hace madurar y sentir que la vida es un continuo aprendizaje. Con mucho esfuerzo y sacrificio ya puedo decir que me encuentro otra vez al 100% para darlo todo cada tarde.

- El pasado año salió por la puerta grande en Pontevedra, en un cartel que también compartiía con "El Juli" ¿qué recuerda de la feria de la Peregrina?

-Fue una tarde bonita y emocionante, con un gran ambiente en los tendidos y que lo que allí se vivió seguro la afición lo ha recordado durante mucho tiempo.

- ¿Conocía Galicia? ¿Qué fue lo que más le sorprendió de la afición?

-Antes del año pasado no había toreado nunca por este lugar, y la verdad que la afición me pareció que vive las tardes de toros de una manera muy peculiar y que logran emocionarse con lo que uno está haciendo sobre el ruedo.

- ¿Qué le gustaría que pensase de usted el público?

-Que sientan las cosas realmente como yo las estoy haciendo, con la mayor verdad y toda la entrega del mundo.

- Está de regreso de Celendín ¿cómo ha sido volver a torear en su país?

-Ha sido una experiencia increíble el poder volver a torear en mi país. Además en Celendín toreé hace ya nueve años cuando apenas era un niño y volver a esa plaza me trae unos recuerdos increíbles y muy bonitos. La verdad que fue una tarde emocionante y en la que tanto la gente que llenó la plaza como yo, logramos vivir sensaciones indescriptibles.

- En apenas 4 años su carrera ha dado un salto de gigante ¿le resulta fácil digerir el éxito?

-Sin duda este éxito del que hablas es algo que todos los toreros soñamos y por lo que luchamos sin descanso desde que queremos serlo. Es un sueño que se ve cumplido, pero no me conformo sólo con esto.

- ¿Pesa la responsabilidad de ser uno de los pesos pesados de los carteles en la última temporada o prefiere no pensarlo?

-Es una responsabilidad soñada y buscada. Es muy bonito que la gente vaya a la plaza queríendote ver.

- Comparte cartel con dos toreros que tras 20 años de carrera están en uno de sus mejores momentos ¿Cómo se imagina en su madurez?

-Me encantaría haber podido cumplir muchas de mis metas. Pero no solo haber pensado en la llegada al destino, sino también haber disfrutado y aprovechado cada segundo del camino

- Es muy joven y torera desde que era un niño ¿nunca duda de su elección, ni siquiera tras percances como el que sufrió recientemente?

-Desde chiquito tenía claro que yo quería ser torero y que no había nada más bonito ni que me apasionara tanto como esto. A día de hoy, sigo manteniéndolo.

- ¿Qué se siente antes de salir al ruedo?

-Es una mezcla de sentimientos que no se pueden describir con palabras.

- ¿Y tras salir por la puerta grande?

-Tremenda felicidad y satisfacción. El triunfo es lo que se busca siempre, y cuando se consigue, produce esas sensaciones de alegría.

- ¿Le gustan las redes sociales?

- Si me gustan las redes sociales, en los viajes, en la habitación antes de torear, en las noches... me gusta distraerme sobre todo con Instagram.

- ¿Qué acostumbra a hacer cuando no torea? ¿Dónde habría que buscarlo?

-Cuando no toreo hay que entrenar para estar preparado al cien por cien para cuando llega el momento de torear.