Con la muerte de la actriz Jeanne Moreau a los 89 años de edad se va una referencia absoluta del cine europeo, pero también del resto del mundo. No en vano, nada más conocerse la noticia se evocó una frase de Orson Welles, que dijo de ella que era la mejor actriz del mundo. Welles la dirigió en "El proceso", en 1962.

En su larga trayectoria profesional trabajó a las órdenes de los grandes de la dirección y dejó películas que figuran en la memoria del cine. Filmes como "Jules et Jim", de François Truffaut, la historia de un triángulo amoroso con la escena de la canción "Le Tourbillon".

Sin embargo, el salto absoluto a la escena mundial fue de la mano de Louis Malle con "Ascensor para el cadalso", que, por cierto, tiene también su toque musical con la trompeta de Miles Davis. Con rapidez fue el icono de la "nouvelle vague". También fue una revolucionaria en el terreno personal y en el político, y presidió la Academia de las Artes Francesas.

Su muerte ha conmocionado el cine francés y mundial: "Con ella desaparece una artista que encarnó el cine en su complejidad, su memoria, su exigencia", señaló la Presidencia francesa, que la recordó como una mujer rebelde contra "el orden establecido y la rutina".

Declaración de luto a la que se sumó el cine francés a través del organismo representativo: "Esta tristeza no acabará nunca, pero la alegría de recordarla siempre estará con nosotros", dice en un comunicado.

En su carrera hay tantas películas históricas como grandes directores trabajando a su lado. Así, fue inspiración de Luis Buñuel, con quien hizo otras de sus películas señaladas por público y crítica, como "Diario de una camarera". Hay que sumar otras cintas de altura como "La novia vestía de negro" (1967), también de Truffaut; "La noche", película de 1962 dirigida por Antonioni, o, dos años antes, "Moderato Cantabile", de Peter Brook, película con la que logró el premio a la mejor actriz en Cannes, festival cuyo jurado presidió en dos ocasiones, los años 1975 y 1995.

Al margen del rodaje con Orson Welles en "El proceso", hizo un corta pero intensa carrera en Estados Unidos, con trabajos muy lucidos que alargaron su leyenda, como "Eva", de Joseph Losey, y "Le train", de John Frankenheimer.

Nacida el 23 de enero de 1928, de padre francés y madre británica, debutó en el teatro en 1947 con "La terrasse de midi", presentada en el Festival de Aviñón.

Actriz políglota e internacional, que destacó también como cantante, fue premio César a la mejor actriz en 1992 por "La vieja que caminaba por el mar".

Moreau, que estuvo casada con Jean-Louis Richard, también ejerció de directora con filmes como "Lumière".

La actriz compartió su larga vida profesional con una intensa y agitada vida personal, con sus matrimonios y diversos amoríos, que quizá no sea la palabra adecuada para definirlos, ya que como ella matizó: "He seducido a muchos hombres. Siempre me incliné por hombres con talento. No tuve amantes por tenerlos", informa la agencia "Efe".