Se trata de un proyecto ambicioso cuyo nombre corresponde precisamente a su razón de origen. "La Quinta" es un espectáculo traído por Ensemble Galería, una orquesta sinfónica viguesa que trata de vincular la música clásica a otras disciplinas como son la danza, el teatro o la improvisación. En esta ocasión, reúnieron a 47 músicos, bailarines e ínterpretes, en su mayoría vigueses pero provenientes de todas las partes del mundo, para interpretar la quinta sinfonía de Beethoven en el Festival do Mar, en Vigo.La entrada de los conciertos era gratuita para niños menores de 5 años, de 5 euros para niños de entre 5 y 12 años, mayores de 65, estudiantes y parados y 8 euros en caso de ser entrada general.

El proyecto de "La Quinta" regresó ayer a Vigo, alMuseo del Mar de Galicia en Vigo por segundo año consecutivo. El concierto comenzó a las 10 y ofreció una actuación de música clásica fusionada con una interpretación escénica, cuya coreografía era de Cristina Hall.

La novedadmás importante en este año reside en la participación de Gordan Nicolik como director musical de la orquesta viguesa. El músico serbio, de 49 años de edad, es uno de los violinistas más importantes de nuestra generación y un referente para todo el sector musical internacional. Es concertino de la London Symphony y director artístico de la Orquesta de Cámara de Holanda y de la Orquesta Bandart. Además, es profesor en el Royal College en Londres y en el Conservatorio deRotterdam. "Esta vez tenemos la suerte de contar con Gordan Nicolik, que para nosotros es como una especie de dios, o un profeta. Yo he tenido la suerte de colaborar con muchos directores del mundo, y de entre los mejores directores, él es el mejor", afirma Alejandro Garrido, director artístico de "La Quinta" y Ensemble Galería, quien señala que "si hablásemos de un partido de tenis, Gordan Nicolik sería Federer".

El director artístico define la filosofía de esta original producción."Es un espectáculo bastante original. Cogemos una obra única, que en este caso es la quinta sinfonía de Beethoven, pero la aderezamos con historias dramatúrgicas, desde la improvisación, hacemos teatro, todo como una especie de puesta en escena", apunta Garrido, quien añade que este proyecto es "muy ambicioso, casi narcisista diría. Lo hacemos por y para nosotros dado que es una experiencia increíble y creo que para el público también".

Este año, la orquesta viguesa reunió a un total de 47 intérpretes, la mayoría vigueses aunque algunos internacionales. "Contábamos con el Ensemble Galería,una orquesta de aquí de Vigo, por ello mucho de los músicos son de aquí, pero también vienen solistas de la ópera de Berlín, cuatro músicos de la orquesta de RTVE, y músicos de Austria", afirma Garrido. Sobre cómo contactaron con ellos para participar, el director de Ensemble Galería resaltó que "ha bastado proponerlo para reunir a toda esta gente". Además, Garrido señaló que como profesionales "están sedientos de esta clase de proyectos".

Sin partitura, de memoria

Una de las particularidades de este año fue la interpretación de la pieza musical por parte de la banda viguesa, pero sin parituras, ejecutándola de memoria. Como explica Alejandro Garrido, la intención estaba en ofrecer algo diferente y revolucionario a través de esta labor por parte de la orquesta, la escenografía y el trabajo corporal. "La industria de la música clásica está muy burocratizada.Aprender la sinfonía de memoria era algo poco común para nosotros.Hemos hecho un esfuerzo increíble", resalta el director artístico. quien añade que "tocar de memoria no era un fin, sino un medio para aprovechar una hora al máximo con una obra tan monumental como ésta".