El Festival Sinsal San Simón Estrella Galicia volvió a demostrar ayer por qué es uno de los referentes en España en músicas que se apean del canal comercial para dejarse mecer no ya por el apellido tan trillado de lo alternativo, sino de lo diferente que es común a muchas culturas, lo experimental o la música que con exquisitez transita diferentes estilos. La jornada de ayer, con directos únicamente de tarde y previa a los días grandes de hoy y mañana, fue seguida por 720 asistentes en la isla redondelana.

El primer directo le correspondió a María Arnal i Marcel Bagés, un dúo formado por voz y guitarra con una oferta que no deja indiferente. Sus canciones esconden capas y capas de historias, arreglos y melodías encontradas. Ellos han destacado en el panorama pusical español por su búsqueda en fonotecas de canciones olvidadas, compuestas por personas anónimas, como un taxista de Madrid de los años 40, por ejemplo, que transforman con toques contemporáneos.

El segundo asalto musical lo dieron Bitchin Bajas & Bonnie Prince Billy que arrancaron su carrera con una apuesta más experimental que se ha inclinado hacia el country, folk o blues en su última entrega discográfica. Los terceros fueron Melange con un rock explorador y con energía. Finalmente, la jornada se cerró en San Simón con Metá Metá, grupo brasileño con sonoridades de diferentes continentes regadas por jazz. De noche, 50 asistentes siguieron la fiesta en el Milhões de Festa, en Barcelos (Portugal). Este es el primer año que Sinsal y esta cita se hermanan con un 'bono' conjunto.