Bajo el lema "Dous meses de acollida, dous meses de alegría" Vigo recibe este verano el número más elevado de niños saharauis en 27 años de historia del programa "Vacacións en Paz", llevado a cabo por la asociación Solidaridade Galega co Pobo Saharaui. Este hecho supone un auténtico orgullo para el Concello, que destinó 60.000 euros a su financiación, y para su alcalde, quien reconoce la solidaridad y el cariño de los vigueses como "una bandera excepcional".

Para Andrea Cubillas, madre de una de las familias acogedoras, el proyecto fue todo un descubrimiento, ya que es la primera vez que participa. Tiene dos niñas y afirma sentirse encantada con Lefnu, su pequeña saharaui. "Poco a poco va aprendiendo más español y nos vamos entendiendo mejor", añade orgullosa.

Cristina Blanco también es novata en "Vacacións en Paz" pero está segura de que no será su último año: "El tiempo que están aquí es solo una tirita, pero les viene muy bien", confiesa. Es madre de dos niñas y la idea de unirse al programafue de la mayor, tras recibir una charla informativa en el colegio. Cristina afirma que se trata de una experiencia muy bonita, "sobre todo por el cariño que dan", y muy buena para sus hijas: "Ahora mismo mi niña pequeña sabe más árabe que Lamina español", bromea orgullosa. Además, le consta que se encuentra muy a gusto, ya que habla todos los días con su familia saharaui y esta después le transmite a Cristina cómo se siente la niña.

Veteranos

La viguesa Susana Muiños lleva cuatro años colaborando con "Vacacións en Paz". Durante los tres primeros recibió siempre al mismo niño y este es la primera vez que cambia, siendo también para Chaij su primer año fuera del Sahara. "La experiencia es muy positiva", afirma Susana, que además es madre de una niña a quien el pequeño saharaui cuida y protege como si de su hermana se tratase: "Allí los mayores cuidan de los pequeños y tienen mucho trato", agrega.

El que ya es un auténtico veterano es Francisco Blanco, quien lleva desde el comienzo del programa acogiendo a niños todos los veranos. Este año recibió en Vigo a Mohamed por cuarta vez y a Abdu por primera, dos hermanos de 12 y 10 años respectivamente cuya madre ya había sido acogida en la misma casa. "La experiencia es muy positiva y satisfactoria", confiesa Francisco.

Los niños, verdaderos protagonistas de "Vacacións en Paz", a pesar de que para muchos es su primera vez fuera del Sahara y no saben expresarse bien en español, recononcen sentirse realmente premiados.

Mientras tanto, tal y como afirma Maite Isla, presidenta de la asociación Solidaridade Galega co Pobo Saharaui, ya existe una lista de espera de vigueses dispuestos a participar en el proyecto el próximo verano.