De "Cómo se nutren mutuamente la investigación fundamental y la innovación tecnológica" hablará hoy el Nobel de Física Serge Haroche (Casablanca, 1944) en el Auditorio Abanca, en Santiago, en el programa ConCiencia, y pedirá que el Gobierno apoye la investigación básica. Quizás también advierta de que, si no, Europa se arriesga a perder un recurso valioso: sus cerebros. Así lo resaltó ayer el científico, que pudo investigar sin "preocuparse" por buscar "fuentes de crédito", no como ahora. Así logró lo que le valió el Nobel: "medir y manipular" partículas cuánticas individuales sin destruirlas, un primer paso para la computación cuántica. No atrapó al gato de Schrödinger, pero sí fotones, y son bastantes esquivos.
-Dijo que Europa no tiene petróleo pero sí cerebros.
-El recurso intelectual, los cerebros, en particular el de los jóvenes que están formados en las universidades, es una riqueza y una inversión para el futuro. Necesitamos ingenieros, científicos, para responder a desafíos como el energético o el climático, que plantean cuestiones de investigación básica que hay que abordar y para ello hay que conservar los cerebros en Europa pero en los países latinos se ve una tendencia a que se marchen y dificultad para que vuelvan. Sería preciso que los gobiernos entendiesen que la inversión en ciencia es esencial y que hay que hacer un esfuerzo mayor para intentar conservar esos cerebros.
-Usted, otros tres Nobel y el Medalla Fields Villani convencieron a Hollande de no recortar 134 millones a la ciencia. ¿Qué le dijeron?
-Que la investigación básica es esencial, que no hay que desalentar a los jóvenes, que es el único recurso del país. Creo que no se puede juzgar a la ciencia solo en función del equilibrio financiero. Hay esfuerzos que el país debe hacer que deben quedar al margen, como la educación y la ciencia, y la defensa, ya que si hay problemas con el terrorismo, si hay problemas de defensa, se debe gastar el dinero que haga falta. Otros dirán lo mismo pero gobernar es saber hacer elecciones. Y más allá hay que convencer a la sociedad.
-¿Qué le diría?
-Que esos objetos que utilizan, el móvil sin el que no pueden pasarse, los ordenadores, el láser, que está en lectores de DVD, de CD, en fibra óptica... serían imposible sin una investigación básica larga en la que se hacen descubrimientos insospechados. Además de responder a la curiosidad de cómo es el mundo, el nivel más noble, el poder sobre la naturaleza viene de la ciencia.
-Hay infraestructuras críticas que dependen de ordenadores. ¿Se puede mejorar su seguridad?
-La investigación en criptografía cuántica permitirá desarrollar sistemas más seguros, pero hay otros aspectos, como el consumo de energía, que es enorme y llegará un día en que se superará al transporte.
-En la ciencia ficción imaginan que se puede teleportar incluso a humanos, ¿cree que es posible?
-No puedes teleportar objetos grandes por la decoherencia. Además, cuando teleportas algo, según las leyes cuánticas, el original se destruye y tienes la copia en otro lugar, así que tienes que confiar mucho en la física cuántica. No es buena para el transporte.
-Se recorta la Filosofía en la enseñanza. ¿Qué opina?
-Hay que mantener un equilibrio entre las ciencias de la naturaleza y las humanas porque el ser humano es un equilibro entre esas cosas diferentes y porque la manera en que uno piensa en general también orienta la forma de investigar también. Eso va junto. Me inquieta la degradación del nivel de los estudios: no hemos llegado a acompañar el aumento masivo del número de alumnos con el mantenimiento de la calidad.
Ámbitos de la física
-La física mira a lo más pequeño, como hace usted, y a lo más grande, el universo. ¿De dónde vendrán los descubrimientos más relevantes?
-No lo sé. Parece que hay grandes misterios sobre la materia y la energía oscuras que recuerdan a las cuestiones que se planteaban a finales del XIX sobre el éter. Eso condujo a la relatividad y ahora quizás lleve a una gran transformación de la física en los años que vienen, quizás haga falta un Einstein para responder a eso. También el hallazgo de exoplanetas en los que puede haber vida es importante para mostrarnos que no estamos en el centro del universo.
