Poner en marcha iniciativas que "eviten guetos" y llegar al conjunto familiar son los grandes retos que se marcan las entidades sociales a la hora de atender en Galicia a niños en situación de vulnerabilidad durante el verano, dado el aumento de las necesidades por el cierre de los comedores escolares. Así, distintas entidades que trabajan en este ámbito apuestan por medidas como las ayudas directas que beneficien al núcleo familiar en su conjunto o por actividades de verano en las que, evitando discriminarlos, puedan participar aquellos niños en situación de exclusión para garantizar que sus necesidades alimenticias están cubiertas.

Es el caso de la Federación Galega de Bancos de Alimentos (Fegaban), que durante el verano mantiene activo un convenio con la Consellería de Política Social y la Federación Galega de Municipios e Provincias para facilitar alimentos que "permitan solventar" la falta de comedores escolares.

En esta misma sintonía se encuentra la Fundación Amigos de Galicia, que acelera su maquinaria para suplir las necesidades de este colectivo también con la llegada de los meses de verano. Esta entidad ha cifrado en más de 12.500 la media de niños en situación de vulnerabilidad que atenderán mensualmente durante el verano, de los que 275 están en una situación "muy grave".