Habló sobre feminismo y movimiento trans, aludió a las resistencias sociales y las encrucijadas actuales y su conferencia de ayer en Vigo, que inauguró la quinta "Xornada universitaria galega en xénero", precedió a varias reflexiones e interrogantes del público. El sociólogo Lucas Platero, que nació como Raquel, predica con el ejemplo.
-Galicia contará con una unidad para la atención sanitaria a menores transexuales. Acaba de anunciarse la medida y ha sido recibida de forma dispar entre asociaciones LGTBI en Galicia. Hay quien lo aplaude, pero también quien teme que se trate a los niños como "enfermos mentales".
-La promoción de Unidades de tratamiento de identidad de género en el Estado ha sido bastante controvertida. Aunque a priori parece muy buena idea, porque supone un grupo de especialistas en un hospital, sin desplazarse... Lo que se traduce en muchas comunidades autónomas que tienen una Unidad es en una monitorización y psiquiatrización de la gente trans. La legislación internacional más relevante está planteando que las personas trans necesitamos un seguimiento sanitario de una manera humanística: necesitas un endocrino, un psicólogo... Pero no que el tratamiento de base sea la perspectiva de que hay una enfermedad, que es un trastorno de la identidad, o una disforia de género. Yo creo que esa entrada es caduca. Desde el año 2010 se avanza en en la línea de la 'despatologización'. A pesar de que pareciese buena idea hacer una Unidad, éstas acaban convirtiéndose en lugares bastante violentos, en el sentido de reforzar normas, de aplicar protocolos psiquiátricos muy extremos, de obligarte a ir a un montón de sesiones de terapia, de retrasar un montón el diagnóstico para cambiar el sexo de los documentos oficiales? Creo que tiene que ver más con darse importancia, que con real mente hacer un apoyo a las personas trans.
-¿Le parece más idóneo el seguimiento en centros de salud ?
-Yo hago el seguimiento en mi centro de salud en Madrid porque el médico que mejor te conoce es el de familia. Hay otros modelos posibles: en Barcelona hay una red de centros de salud que tienen especialistas que te hacen seguimiento pero no se hace bajo el paradigma de que hay un trastorno de identidad de género, sino que hay personas trans que necesitan apoyos; unas veces son psicológicos, porque romper las normas de género puede hacer que te sientas mal. Y si necesitas un apoyo hormonal, vas a necesitar analíticas y tomar tratamiento, pero es exactamente el mismo tratamiento hormonal que toman otros pacientes cuando tienen déficit de hormonas. Los centros de salud necesitan más apoyo, más herramientas, sensibilizarse más. Tenemos que ser honestos y decir que, igual que se inventó una enfermedad para las mujeres como la histeria, se ha inventado una para las personas trans que es la disforia de género. Alas personas trans nos pasan cosas poco habituales, como hacer un tránsito, que necesita modificación corporal y un apoyo, al igual que necesitas un trabajo, o que tu familia te quiera.
- ¿Qué opina sobre el proyecto de ley de identidad de género impulsada en Galicia?
-Estamos en un momento ferviente de creación de legislación en casi todas las comunidades, que demuestra es que hay un debate social importante. Está surgiendo debate social que a veces acaba siendo una o dos leyes contra la "LGTBI fobia" y los derechos de las personas trans. Yo creo que las leyes son muy importantes, pero más los consensos sociales. Las leyes son una manifestación más de los cambios culturales y te apoya a tener legitimidad. Pero luego la ley se olvidara, así que lo importante es que los cambios sociales sean duraderos, que no dependan del partido que está en el gobierno, ni solo de las leyes, sino que las leyes generen una forma de ser una sociedad.
- El autobús de Hazte Oír y su lema "los hombres tienen pene y las mujeres vagina" ha sido defendido por una mujer 'intersexual' de Vigo, que argumenta que padece disforia de género.
-La medicina ha sustituido a la religión, en cierto modo. La medicina tiene ese poder de explicar la causa de las cosas y le damos un poder casi infinito. Lo raro es que haya personas que estén en desacuerdo con lo que dice la medicina, mientras los que estudiamos Ciencias Sociales nos damos cuenta de que la incluye ideas morales: se sigue considerando una enfermedad algo que es una diversidad humana. La medicina tiene esa capacidad de darle un nombre a todo y todo son síndromes y trastornos. Piensa cuando la homosexualidad dejó de ser considerada una enfermedad, paso de un día para otro. Entonces estamos en ese momento de transición, cada día es más difícil decir que la transexualidad es una enfermedad.
