La inmunoterapia oral (ITO) ya tiene guía. Una treintena de especialistas pertenecientes a la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) y a la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) han elaborado la primera guía que se publica en la literatura científica en todo el mundo sobre inmunoterapia oral específica con alimentos. Entre un 4 y un 8% de la población infantil padece alergia alimentaria, y los alimentos que la causan con mayor frecuencia son la leche de vaca, huevo, frutos secos, pescado, marisco, legumbres y frutas, por ese orden.

El libro recoge las pautas para aplicar este tipo de tratamientos en alergia a la leche y al huevo, y establece bases para la curación mediante la introducción pautada, bajo supervisión médica del alimento para conseguir la desensibilización que en un futuro podrían aplicarse a otros alimentos. Con esta guía, España lidera la puesta en práctica de este procedimiento buscando su máxima eficacia y seguridad, según estas dos sociedades científicas.

Hasta el momento el único tratamiento aceptado de forma generalizada para evitar los síntomas de las alergias alimentarias es la dieta de eliminación, que puede plantear serios problemas para la calidad de vida de estos niños y de sus familias, ya que no resulta tan fácil de seguir dada la presencia de estos alimentos en numerosos productos elaborados. Además, siempre puede darse una exposición al alimento inadvertida o accidental. Esto obliga a que muchos de estos menores y sus familias necesiten disponer siempre de adrenalina autoinyectable.

Esta guía, sin embargo, pone de relieve que la inmunoterapia oral específica con leche de vaca y huevo puede desensibilizar con éxito al 80-90 por ciento de los niños con alergia persistente, lo que les permite poder tomarlos sin restricciones. Según esta publicación, hasta el 85% de todos los niños con alergia a la leche de vaca alcanzan la tolerancia espontánea antes de los tres años de edad, mientras que la alergia al huevo persiste durante un periodo de tiempo más largo, aunque cerca del 65% de los afectados la supera a los 6 años. Por ello, hasta ahora la opción era suprimir el alimento de la dieta hasta alcanzar la tolerancia de forma natural. Sin embargo, a medida que avanza la edad, las posibilidades de tolerancia disminuyen a no ser que se intervenga a través de la ITO.

"La inmunoterapia oral consiste en la administración controlada de dosis progresivamente crecientes de los alimentos que causan la reacción alérgica, con el objetivo de evitar los síntomas resultantes de la exposición al alimento. Se trata de establecer la tolerancia y que el paciente pueda consumirlo en dosis normales Una vez que establece esa tolerancia, tiene que seguir tomándolo habitualmente", explica el pediatra alergólogo gallego Manuel Fontán.

Según este especialista, miembro de la SEICAP, se trata de una técnica médica que requiere de una serie de recursos humanos y de la puesta en marcha de un dispositivo de apoyo. "Lo primero que hay que hacer es diagnosticar al paciente en el hospital. Si da positivo y reúne los requisitos, se le propone evitar el alimento o bien la posibilidad de iniciar la inmunoterapia oral", explica el pediatra.

En la actualidad se sigue trabajando con la inmunoterapia oral en el ámbito de la investigación. Sin embargo, en el caso de la leche de vaca y el huevo ya se ha introducido en la práctica clínica. El doctor Fontán ya la aplicó durante su paso por el hospital de Pontevedra, con muy buenos resultados, asegura.

El doctor Fontán recomienda la aplicación de esta técnica en la práctica clínica bajo supervisión especializada, ya que mejora la calidad de vida de las familias y la seguridad de los pacientes.