"Vente conmigo. Yo te lo digo, qué más da.Que vienen tiempos de felicidad". Al ritmo del mexicano Carlos Rivera, y con un coro de amigos que bailaban y cantaban, Marcos, de 40 años, le hizo la pregunta más importante a su novia Paula, de 37 años. Y ella contestó: "Sí, quiero". Fue el lunes en el paseo de Samil, en Vigo.

Un flashmob fue el modo elegido por Marcos para pedir en matrimonio a Paula. Logró la complicidad de unos cuarenta amigos, que preparon el baile, aunque no todos se atrevieron a moverse al son de la música, y su amigo Mauricio montó la coreografía. Durante una semana, amigos y conocidos de Paula guardaron el secreto a Marcos.

La novia, de Vigo, nada supo de lo que tramaban su pareja, también de la ciudad olívica, y sus compinches. Así que cuando su novio le propuso quedar en Samil para dar un paseo y tomar algo, aprovechando el buen tiempo, nada sospechó.

La sorpresa fue mayúscula al ver a sus amigos bailando la canción de uno de sus cantantes preferidos, y la perplejidad se multiplicó cuando mostraron unas cartulinas rojas en las que se podía leer "¿Quieres casarte conmigo?". Al tiempo aparecía su novio, que se arrodillaba ante ella y le enseñaba un anillo.

Más de una lágrima arrojó Paula, que se enamoró de Marcos, hace 6 meses. Sonrisas, besos y abrazos pusieron broche final a esta original pedida de matrimonio.

Marcos quería impactar a su pareja y no descuidó los detalles. Contó con la ayuda de Mauricio, que colgó en YouTube para que los invitados al flashmob pudiesen ensayar por separado y en casa la coreografía.

En el texto que acompaña el primer video, Mauricio cuenta que Marcos está "locamente enamorado" de Paula, y que la canción se eligió en función de las preferencias de la novia. También explica que el baile pretendía "plasmar de manera muy simple pero enérgica la alegría de la pedida", un acto que también es "una fiesta".