No son vikingos dispuestos a conquistar Europa a bordo de sus drakkar, navegando desde los países nórdicos, pero en cierto modo se les parecen. Se trata de bohemios irlandeses, de entre 55 y 65 años, que en una especie de cayuco se han decidido a surcar la costa europea para "conocer mundo" y, sobre todo, "relajarse y disfrutar".

Pero también hacen un peculiar Camino de Santiago -aunque ya se han pasado de largo- y participan en un proyecto cinematográfico en el que mostrar sus vivencias y que probablemente los llevará a Portugal. Tras pasar tres días en O Grove, más concretamente en las instalaciones portuarias de Pedras Negras (San Vicente do Mar), hoy tienen previsto amarrar en Baiona y desde allí desplazarse a la ciudad de Vigo.

Los impulsores de este proyecto, consistente en surcar 2.500 kilómetros de mar -pero por etapas- entre Dublín y A Coruña, para llegar este año a las Rías Baixas, son el cantautor Glen Hansard, ganador de un Oscar; el músico Brendan Begley; Danny Sheehy, un poeta, granjero, escritor, pescador y narrador de renombre; el artista Liam Holden; y un albañil, Brendan Pháid Moriarty.

Derrochan ganas, ilusión y fuerzas a bordo de ese extraño bote en el que viajan y que manejan a remos. Ayer, mientras comían en el chiringuito O Seixeliño de O Grove, y después de pasar otro rato agradable en el restaurante El Arrecife de El Náutico acertaron a explicar que les mueve la ilusión "por conocer nuevos mundos" y que no les importan las dificultades, aunque reconocen que donde peor lo han pasado a causa del estado de la mar "ha sido en la costa de Galicia". Su bote irlandés está elaborado artesanalmente en madera. Los peculiares tripulantes "les sacan el máximo partido", según los que entienden de mar.ñ Se trata de un currach o curragh, un tipo de barco irlandés con un marco de madera sobre el que se estiraban las pieles de animales y que se conoce también como naomhóg.