El sector apícola gallego y español se enfrenta a una gran amenaza: la avispa asiática o Vespa velutina. Es una especie exótica invasora que se introdujo en Europa de forma accidental a través de Francia en 2004. Las primeras avispas asiáticas se detectaron en España en agosto de 2010 en Navarra. Después saltaron a casi todo el país. A Galicia llegaron hace cuatro años, donde ya han colonizado más de 200 concellos.

"Se perdió tiempo. No hubo la respuesta que tenía que haber", reconoce Xesús Asorey, secretario técnico de la Asociación Galega de Apicultura. "Se podían hacer más cosas y que estuviesen implicados más sectores porque la avispa no solo afecta a las colmenas sino al sector frutícola, al maderero, a la ciudadanía y al medioambiente", ratifica Esther Ordóñez, presidenta del Consejo Regulador de Mel de Galicia.

La avispa asiática es capaz de destruir hasta un 30% de una colonia. Las obreras de velutina atacan a las obreras de la abeja, una por una, antes de capturar a las crías con el fin de alimentar a sus propias larvas. Una sola avispa puede capturar entre 25 y 50 abejas por día

Su presencia también afecta al trabajo de campo de las abejas, cuando salen a recoger néctar o polen. En zonas con presencia de la Vespa velutina está demostrado que las abejas no salen con la asiduidad habitual, lo que debilita la colmena y reduce su productividad. "Y esto también influye en que aumenten los gastos de la explotación, porque si las abejas no pueden salir al campo hay que alimentarlas", reconoce Esther Ordóñez, que también es veterinaria de la Agrupación Apícola de Galicia.

"La avispa asiática es un antes y un después, pero también sucedió con un ácaro que afectaba a las colmenas y también fue un antes y un después en la apicultura", asegura.

Ordóñez explica que los apicultores gallegos tienen que cambiar la mentalidad porque "por desgracia esta plaga vino para quedarse". "Las colmenas tienen que estar muy fuertes tanto desde el punto de vista sanitario como a nivel nutritivo para poder aguantar el ataque de las velutinas", explica.

Xesús Asorey, portavoz de la Asociación Galega de Apicultura, cifra en más de un 50% el territorio gallego que está infectado por avispa asiática. Para él, el gran cambio en el sector se produjo a partir de 1994. "Hasta entonces, la mortandad de las colmenas era del 10%. Ahora es del 30-40%", reconoce. Entre los factores que inciden en esta alta mortandad Asorey enumera el cambio climático, la utilización de pesticidas, los incendios y, cómo no, la avispa velutina.