En dos palabras coinciden los que quieren a Chicho Ibáñez Serrador a la hora de definirlo: "genio" y "maestro". Así se ha demostrado durante la presentación del documental "Historias para recordar", con el que RTVE le rinde homenaje cuando se cumplen 45 años de su concurso "Un, dos tres...".

Para algunos, como Mayra Gómez Kemp, es "un genio malcriado" con el que trabajar era como "ir a la universidad, hacer un máster y un doctorado"; para otros muchos, como Luis Larrodera, un "maestro" que "lleva esa palabra por méritos propios". Con ellos coinciden coincide Emma Ozores, que habla de "genialidad" cuando se refiere a Narciso Ibáñez Serrador (Montevideo, 1935), o Miriam Díaz Aroca, que lo considera "un provocador de emociones".

Ellos son solo algunos de los rostros conocidos que han pasado hoy por la Cineteca de Matadero Madrid para asistir a la presentación y preestreno de "Historias para recordar", un relato documental que el programa "Imprescindibles", de Televisión Española -segundo hogar de "Chicho"-, dedica al realizador de cine y televisión para poner en valor su nombre, uno de los más importantes de la historia de la televisión.

En el caso de Gómez Kemp, Larrodera, Ozores y Díaz Aroca, hay un fuerte nexo que les une con el polifacético director, el mítico concurso "Un, dos, tres... responda otra vez", icono de TVE y sello televisivo creado por Ibáñez Serrador en 1972, que dejó marcadas a distintas generaciones.

Tras esos 45 años y diez etapas -enmarcadas entre el año de su creación y 2004- todavía se recuerda el concurso como un espacio emblemático que logró lo que muy pocos (o ningún otro) ha conseguido después: reunir a toda una familia en torno al televisor y hacer disfrutar de la mano de unos presentadores carismáticos, unas simpáticas azafatas y una ya nostálgica calabaza, Ruperta.

Dirigido por Marisa Paniagua y Carlos Muriana, el documental recoge testimonios de familiares, compañeros y amigos del realizador que muestran su lado más personal, ese que no se separó del profesional que todo el mundo conoce.

Algunas de las declaraciones más reveladoras en ese plano las aporta al relato Alejandro Ibáñez, hijo del protagonista, que también ha asistido a la presentación y que asegura sentirse cada día "más orgulloso" de ser hijo de quien es, a pesar de que en el documental señala que Ibáñez Serrador ha sido, antes que buen padre, "un buen director".

También hay en "Historias para recordar" hueco para los éxitos cinematográficos de Chicho, que, con solo dos películas -"La Residencia" (1969) y "¿Quién puede matar a un niño" (1976)- ha conseguido el título de "referente".

O eso creen los cineastas Álex de la Iglesia y Juan Antonio Bayona, que aparecen en varias ocasiones en el documental para subrayar la relevancia del homenajeado en el mundo del cine español. Para el primero, Ibáñez Serrador es "un precursor" y, para el segundo, alguien que, con "un lenguaje exquisito", ha "influenciado a toda una generación" de directores.

No solo eso, sus "Historias para no dormir" marcaron el cine de terror hecho en España, con el que demostró que era capaz de hacer algo que consideraba más difícil que "asustar": dar miedo.

Perfeccionista y exigente, los logros de Chicho en cine y televisión podrían deberse a que es, quizá, "un prestidigitador" que convertía "en magia" aquello que tocaba con la varita, como cree Consuelo Berlanga, a la que el realizador -que obtuvo el Premio Feroz de Honor 2017- contrató para su programa "Waku, waku".