El Papa Francisco se presentó como "peregrino de la Luz y también de la Paz", en su primer acto en el santuario de Fátima. En primer lugar, se presentó como "peregrino de la Luz que procede de las manos de la Bienaventurada Virgen de Fátima, Señora del Corazón Inmaculado". Así lo manifestó, rodeado del calor popular, en la oración dirigida a la Virgen en la "Capelinha", la capilla erigida en el preciso lugar donde tuvieron lugar las apariciones a los tres pastorcitos en 1917.

A media tarde, el Papa accedió en papamóvil al recinto de oración; es decir, la explanada del santuario donde aguardaban desde hacía horas varios centenares de miles de personas llegadas de todas partes de Portugal y del resto del mundo. Ha sido recibido por un clamor de la multitud y por el incesante tañer de las campanas del santuario.

A las 19.15 horas -hora española-, el Papa inició su oración a la Virgen en la "Capelinha" de las Apariciones. Previamente, ha permanecido cerca de cinco minutos orando, en silencio. Francisco ha comenzado dando gracias a Dios "que, siempre y en todo lugar, interviene en la historia del hombre", calificándose él mismo de "peregrino de la Paz" que Dios anuncia en este lugar e implorando para el mundo "la concordia entre todos los pueblos". "Vengo como profeta y mensajero para lavar los pies a todos, en torno a la misma mesa que nos une", ha añadido.

Más adelante, en referencia al mensaje de las apariciones, se ha dirigido a la Virgen: "Miro tu túnica de luz y, como obispo vestido de blanco, tengo presente a todos aquellos que, vestidos con la blancura bautismal, quieren vivir en Dios y recitan los misterios de Cristo para obtener la paz". El Papa Francisco se ha referido también a los pastorcitos que canonizará hoy: "Haz que sigamos el ejemplo de los beatos Francisco y Jacinta, y de todos los que se entregan al anuncio del Evangelio. Recorreremos todas las rutas, seremos peregrinos de todos los caminos, derribaremos todos los muros y superaremos todas las fronteras, yendo a todas las periferias, para revelar allí la justicia y la paz de Dios. El Pontífice agregó que, con la alegría del Evangelio, serán la Iglesia vestida de blanco, "de un candor blanqueado en la sangre del Cordero derramada también hoy en todas las guerras que destruyen el mundo en que vivimos".

La oración del Papa se ha dividido en cinco partes, en medio de las cuales se han intercalado estrofas del Himno del Centenario de Fátima, cantada por la multitud. A su término, el Santo Padre ha rezado la oración del Centenario. El Papa Francisco presidiría también la procesión de las velas y el rezo del rosario.