La sexualidad de la mayor parte de los adolescentes se está rindiendo a un modelo "muy pornográfico". Lo denuncia Ricardo Fandiño, psicólogo y presidente de la Asociación para a Saúde Emocional na Infancia e na Adolescencia (SEIA). "Es un modelo coitocentrista, donde lo importante es el coito, donde la cuestión está centrada en el genital y no en el encuentro con la otra persona" o la búsqueda del afecto y la satisfacción, añade.
Esta es la principal tesis del libro que prepara con la psicopedagoga gallega Vanessa Rodríguez y que llevará el título de La lucha sexual de los adolescentes, una actualización según nuevos postulados de La lucha sexual de los jóvenes de Wilhelm Reich, un libro famoso sobre sexualidad de los años 30 del pasado siglo.
Tanto Fandiño como Rodríguez desarrollarán este tema en las jornadas "A importancia do afectivo sexual na infancia e adolescencia" que se celebra mañana en Vigo de nueve de la mañana a siete de la tarde. La inscripción se puede realizar en aseia.xornadas@gmail.com previo pago de unas tasas.
Para Fandiño, hoy en día, falta educación afectivo-sexual. "Es una asignatura pendiente en nuestro país. Se tiende a educar sobre cuestiones biológicas pero falta una base: cuál es el sentido de la sexualidad humana como función básica de relación entre las personas", explica.
Esa educación llega, en muchos casos, de la pornografía. Vanessa Rodríguez lamenta que ésta transmite el concepto de sexo desde los parámetros de eficacia y eficiencia. "Hay que estar siempre activo, tener muchas relaciones, estar siempre estupendo y apetecerte siempre. Al final, al enfrentarse a una relación sexual desde un referente imposible y sin la madurez emocional necesaria, la decepción entra dentro de las posibilidades".
Fandiño ofrece más datos al indicar que en"el modelo pornográfico tiene ausencia de afecto y la mayor parte de los contenidos favorece un modelo machista. Hay una cuestión evidente. Suben los delitos entre menores por violencia de género. A esto, se vinculan estrategidas de control como la obligación de enseñar el whatsapp, de vestir de forma determinada si quieres ser mi novia o ver desde las chicas que una prueba de amor es el control que él ejerce o los cielos que siente". Para este psicólogo, presidente de ASEIA, vuelven los modelos tradicionales de feminidad y masculinidad.
La psicopedagoga y presidenta del comité organizador de las jornadas Vanessa Rodríguez, coincide con esta visión y aporta más datos: "Vivimos en una sociedad en la que se está erotizando a la infancia cada vez más. Lo vemos en la forma de vestir, la publicidad... En la adolescencia, se ve que mucha educación sexual les llega a través de internet y la pornografía. No decimos que la pornografía sea mala sino que hay que saber entenderla. El adolescente necesita una madurez que no tiene para comprenderla".
Como añadido, hay que tener en cuenta cuál es el concepto actual de la adolescencia y cómo fue evolucionando a lo largo de la historia. "Antes, señala Rodríguez, estaba considerado un periodo de transición entre infancia y vida adulta. Hoy, se ve como el referente último. Los niños quieren ser adolescentes y los adultos también. La consecuencia es que el adolescente se ve perdido, sin referentes".
Para Rodríguez,la adolescencia se ve como un bien de consumo y el foco de la publicidad y películas se fija en ella. "Para formar la identidad, tienen que ir probando. El adolescente se relaciona con el 'todo es lo válido', la eterna vitalidad y actividad, así como la falta de compromiso. En los adultos, se ve el compromiso con miedo y se tiene el deseo de ser eternamente activo y de seguir probando cosas".
