El Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) inauguró ayer un nuevo acelerador lineal que inyectará al Gran Colisionador de Hadrones (LHC) partículas a una intensidad jamás alcanzada, acelerando la producción de datos con los cuales se espera atisbar la materia oscura o dar con partículas desconocidas. Seis países, entre ellos España, han contribuido de manera decisiva a este nuevo gran paso adelante en las investigaciones del CERN, cuyos experimentos están abocados al descubrimiento de una nueva física y a la medición de las propiedades del bosón de Higgs, cuya existencia probó en 2012.

El nuevo acelerador lineal (Linac 4) es el primero en la cadena de cinco aceleradores de distintas dimensiones que forman parte de los experimentos de la organización científica y el único que no tiene forma de anillo. Su misión es inyectar más protones en un mismo volumen dentro del sistema de aceleradores con respecto a lo que hacía su antecesor, el Linac 2, que ya mostraba "señales de cansancio" tras 39 años de funcionamiento, explicó el jefe del Proyecto Linac 4, Mauricio Uretenar.