El caracter interdisciplinar de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría permite que, en su búsqueda de mejorar la calidad de vida de los mayores, además de la divulgación científica, se una a la Fundación Amigos dos Maiores.

"Conocíamos su rigor y cuando vinieron a Vigo sabíamos que queríamos colaborar con ellos para aprovechar sinergias. Tenemos ya una primera acción formativa planificada, será un simposio que tendrá lugar el último trimestre del año, en el que vamos a poner en valor lo que significa el voluntariado no para quien lo recibe si no para quien lo hace y el voluntariado de mayores para cualquier persona. Hay experiencias muy bonitas de personas mayores que están visitando a gente en centros penitenciarios o unidades oncológicas. Creo que los mayores son un gran recurso, tienen mucho tiempo y experiencia", aseguró el presidente de este colectivo profesional, Miguel Ángel Vázquez, ayer en Vigo.

Amigos dos Maiores cuenta con 20 voluntarios en su primer año en la ciudad olívica que han mejorado las semanas de otras 20 personas mayores que viven (y se sienten) solas. Ambos colectivos se centran en que el voluntariado mejora la vida de todos los implicados, y en que es algo que solo se sabe probándolo. "Este primer año hemos tenido experiencias muy positivas", resaltó la coordinadora de desarrollo de la fundación en Vigo. Laura Carballa.

Pilar y Rosa fueron las encargadas de ejemplificar esta teoría. Pilar tiene 70 años y reside sola en Vigo, sus hijos "no tienen tiempo" para atenderla y tampoco quiere "depender de ellos". Rosa tiene 57 y por causas de salud no puede trabajar, su vida ha cambiado mucho y sus hijos ya "están criados".

Rosa se apuntó como voluntaria en Amigos dos Maiores y así conoció a Pilar. Ahora las dos salen una vez a la semana a pasear y a tomar café. "Puedo ir a tomar café sola pero si me pongo a charlar conmigo misma la gente pensaría que estoy loca", ironizó Pilar. Rosa también la acompaña al médico y, sobre todo, la escucha. "Ella no se da cuenta de todo lo que me da a mí, ojalá cuando llegue a su edad tenga la mitad de esa energía y vitalidad que desprende", aseguró Rosa, que animó a los vigueses a apuntarse como voluntarios en esta fundación, que tiene su sede en la Ferrería.