Un osezno nacido este invierno apareció ayer muerto en un hayedo escarpado de La Llamera, en el parque natural de Somiedo. La principal hipótesis que se maneja es que pudo fallecer despeñado, ya que en principio se descarta el ataque de un macho o infanticidio a la espera de conocer los resultados de la necropsia. El cadáver de la cría fue hallado por la tarde por unos senderistas, que avisaron de inmediato al 112. Miembros de la Guardería del Medio Natural, adscritos a la Patrulla Oso, se encargaron de recoger al joven plantígrado, que estaba en buen estado y falleció "como mucho dos días antes".

Se trata del tercer oso muerto en los últimos siete meses, tras los dos ejemplares adultos encontrados en Moal (Cangas del Narcea). Uno de ellos murió en septiembre desangrado a consecuencia de un disparo. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) continúa con las investigaciones para identificar al autor.

La cría de oso, de muy pocos meses, fue trasladada ayer a las dependencias de la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales para realizarle la necropsia. Aunque insisten que hay que esperar a que se le practique la prueba, los expertos de la Patrulla Oso creen que a priori no fue depredada por un macho ahora que empieza la época de celo. Los biólogos se decantan más por una caída. La necropsia también desvelará si se trata de un macho o una hembra, puesto que, debido a su corta edad, no se pudo identificar su sexo. Mientras que la Fundación Oso Pardo califica de "sorprendente" la salida tan temprana de esta cría, miembros de la Patrulla Oso aseguran que entra dentro de lo normal: "La semana pasada se vio a la primera hembra con crías en Proaza".