Una de cada diez mujeres en el mundo padece endometriosis. Es una enfermedad benigna, crónica, que afecta a las mujeres en edad reproductiva y provoca múltiples síntomas que se resumen en dolor crónico y, en muchos casos, infertilidad. En Galicia son 60.000 las afectadas, y de ellas, unas 9.000 están en una fase grave de la enfermedad, que puede llegar a obligar a estas pacientes a someterse a una cirugía radical, es decir, a quedarse sin útero ni ovarios.

A pesar de su incidencia, la endometriosis es prácticamente un enigma para la sociedad. Así lo denuncia la ginecóloga del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo Helena Rodríguez. "En muchos casos las mujeres sufren fuertes dolores pero no saben que puede tratarse de endometriosis y, por eso, no lo identifican", explica.

La doctora viguesa impartirá mañana, en la sala de conferencias de la sede de Afundación en Vigo a las 11.00 horas, una conferencia junto a la también ginecóloga del Álvaro Cunqueiro María Vieitez, con el título "Endometriose: A epidemia oculta", por iniciativa del colectivo de gallegas querENDO, en la que esperan establecer un debate con los asistentes para responder a los interrogantes que plantea esta patología que se produce cuando se forma endometrio, que son las células que recubren el útero y que mensualmente se descaman, generando la menstruación, en zonas del cuerpo donde no le correspondería.

Hoy en día la endometriosis no tiene un tratamiento efectivo ni existen medidas paliativas eficaces al cien por cien. "Pueden tener dolor pélvica crónica, dismenorrea (que es el dolor menstrual), molestias al orinar o hacer de vientre... Un síntoma muy prevalente de esta enfermedad es el dolor con las relaciones sexuales, que muchas veces impide practicarlas. Otro síntoma importante es la esterilidad o infertilidad. Hay casos de mujeres a las que precisamente se les diagnostica la enfermedad cuando intentan quedarse embarazadas y no pueden", detalla Rodríguez.

Esta enfermedad tiene un retraso de media de ocho años en su diagnóstico. "No es que sea difícil de diagnosticar, el relato de la paciente ya te va a hacer sospechar, normalmente basta con la historia clínica y una exploración física", dice la ginecóloga del Cunqueiro, quien destaca los años que pasan muchas jóvenes con dolores que complican su vida antes de saber que ese dolor es algo más.

Esta especialista resalta que un diagnóstico precoz es primordial para frenar el avance de la enfermedad y que haya menos posibilidades de que afecte tanto a los órganos reproductivos como al resto.

"Hay mujeres que piensan que ese dolor tiene que ser normal y que el primer día de la regla no se pueden plantear ni levantarse para salir a dar una vuelta pero consideran que eso, como le pasaba a su madre o a su abuela, es normal. El problema aquí es la falta de información, las chicas jóvenes deberían contar con los recursos adecuados para poder consultar", sostiene Rodríguez.

El tratamiento ahora mismo tiene dos vías, una médica a través de antiinflamatorios y anticonceptivos combinados, y otra quirúrgica para eliminar las lesiones internas. La investigación en este campo trata de desarrollar fármacos que actúen a nivel molecular para actuar sobre las células endometriósicas.

Rodríguez aboga por crear unidades específicas de endometriosis en los hospitales para que un equipo multidisciplinar de profesionales trate a estas pacientes. En el hospital vigués no existe como tal pero sí tienen un equipo que coordina con ginecología, urología, cirugía, psiquiatría y el equipo de reproducción asistida.