Milanca es una brillante estudiante. Este curso termina el instituto y su sueño es estudiar Medicina. Milanca es uno de los niños de la escuela de Mansoa, en Guinea Bissau, donde la Asociación Furgoneta Solidaria a Guinea Bissau desarrolla uno de sus proyectos de cooperación. Se trata de una asociación modesta, resultado del empeño de una enfermera, Natalia Rodríguez Arias, por ayudar a los habitantes de las aldeas más deprimidas de la región de Bafatá. Milanca verá cumplido su sueño, ya que la Fundación Cum Laudem ha apadrinado a esta joven y se hará cargo de sus estudios a través del programa de apadrinamiento de Furgoneta Solidaria. Otros muchos niños pueden asistir a la escuela gracias a la solidaridad de otros padrinos y madrinas gallegas.

Y tal vez en un futuro, sea Milanca la que haga realidad el sueño de Natalia y el dispensario que ella ha creado en la aldea de Gambasse disponga de un médico los 365 días del año. Por el momento, este pequeño puesto sanitario atiende a los habitantes de esta y otras veinte aldeas de la selva guineana dos meses al año, el tiempo del que dispone esta enfermera, que trabaja en la base de Ourense de la Fundación Pública Urgencias Sanitarias 061 de Galicia. La malnutrición y la malaria son las principales causas de muerte de los niños de Gambasse.

Dotar a la aldea de agua potable y llevar a cabo programas de sensibilización de la población en temas higiénicos-sanitarios reduciría la desnutrición y la parasitosis, otro importante problema sanitario. Por ello, en este viaje, el sexto de Natalia a Guinea Bissau, al equipaje con el que suele viajar: ropa, zapatos, medicinas, material escolar, papillas y herramientas, entre otros, quiere sumar una máquina potabilizadora. "El pozo ya lo ha hecho otra ONG que se dedica a construir pozos de agua. Ahora lo que necesitamos es potabilizarla. Esto reduciría el número de muerte infantil por malnutrición, parasitosis y otras enfermedades diarréicas", explica la cooperante, formada en medicina tropical en la Fundación Jiménez Díaz y en la Universidad Complutense de Madrid de la mano de Médicos del Mundo. También quiere traer la luz a la aldea. "Con mis ahorros he construido una casa en un terreno donado por la comunidad para albergar el dispensario, y otros dos proyectos: el taller de informática y el de costura, que estaban en instalaciones ajenas. Pero para funcionen hace falta luz, y para ello necesitamos unos paneles solares", añade. Para todo esto, necesita unos 7.000 euros.

En esta ocasión, estará acompañada por al menos otros cuatro profesionales de la sanidad gallega, entre ellos el cirujano pediátrico del Centro Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) Domingo Cortón, quien ya ha operado en el país africano en otras dos campañas anteriores, y que viajará con su mujer, que es enfermera. El equipo de cooperantes hará este viaje por carretera, más de 5.700 kilómetros que recorrerán en un todoterreno. Una vez ahí, el vehículo será vendido para poder financiar proyectos en la zona. "Todo lo que hemos hecho ha sido financiado a través de los actos solidarios que hemos organizado, como galas y la venta de artesanía. Además, tenemos un programa de apadrinamiento. Ya tenemos 25 personas que están apadrinando a un niño", explica.

Esta no será tampoco la primera vez que Natalia baje hasta Guinea Bissau por carretera. Ya lo hizo desde Lugo en su tercer viaje, a borde de una ambulancia donada por una empresa ourensana, y que dio nombre del proyecto.

Furgoneta Solidaria a Guinea Bissau cuenta en Galicia con una cadena de colaboradores que va creciendo a medida que el proyecto crece. "Necesitamos gente que atienda el dispensario, padrinos, cualquier tipo de ayuda nos viene bien". Y para colaborar, solo hay que ponerse en contacto con la asociación a través de su página en Facebook. Entre las colaboradoras se encuentra la enfermera del Centro Hospitalario Universitario de Vigo (CHUVI) Mariela Acuña, que además amadrina a un pequeño. "Me parece increíble que una persona sola sea capaz de llevar a cabo un proyecto como este con tan poco", opina esta enfermera.

Junto con otras enfermeras del Álvaro Cunqueiro, Mariela está gestando varias actividades solidarias para captar fondos y reclutar más colaboradores. "El proyecto necesita tanto fondos como personal para que lo continúe", afirma.