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Las conferencias de Club FARO

Nanclares: "La lucha contra la infertilidad, al vivirse en silencio, es aún más dura"

La autora, que novela en "Quién quiere ser madre" su propia experiencia tras la deseada maternidad, asegura que "aún existen muchos tabúes y desconocimiento de la realidad"

La batalla silenciosa de millones de mujeres para conseguir cumplir su deseo de ser madres; los primeros chascos, la urgencia biológica, la incertidumbre, el fantasma de la infertilidad, el desgaste de la pareja, el sexo mecánico, la ovodonación. Sobre todos estos temas habló ayer en el Club Faro la escritora y dramaturga Silvia Nanclares, autora de la novela autobiográfica "Quién quiere ser madre", en la que relata su propio periplo en busca de la deseada maternidad, en el que en estos momentos aún se halla inmersa.

Presentada por la periodista Nuria Sáinz, la autora madrileña rememoró ante el auditorio su propia historia, que, asegura, "coincidirá con la de muchas mujeres de mi generación, nacidas en los 70, hijas de la Transición, a las que se nos quisieron dar las mismas oportunidades que a nuestros hermanos varones, que estudiamos y salimos fuera de España a formarnos, que comenzamos a trabajar y nos vimos sorprendidas por la precariedad de la crisis económica y, cuando nos quisimos dar cuenta, teníamos casi 40 años y ya no iba a ser tan sencillo como creíamos ser madres", resume.

Ese fue el caso de la escritora, cuyo deseo de la maternidad se acentuó precisamente con la muerte de su padre, hace un año y medio. "Es muy difícil explicar las razones de querer ser madres, es algo muy visceral y emocional; posiblemente si fuera solo una decisión racional muchas no querríamos serlo, pero va mucho más allá", cuenta Silvia.

La escritora -que es además locutora del espacio radiofónico "Carne cruda"- explicó que el primer problema con el que se topó al iniciar el proceso de búsqueda de la maternidad fue "la escasísima información que me di cuenta que tenía sobre el proceso reproductivo y sobre la infertilidad; ni siquiera sabía que había tan solo cinco o seis días fértiles en cada ciclo ni tenía tan claro que el aparato reproductor de la mujer empieza a fallar a partir de los 35 años", asegura.

Hablar sin pudor sobre el proceso que iba a iniciar fue su primer objetivo. "La sociedad actual está sometida a la lógica del éxito y del fracaso y le resulta muy difícil hablar de las cosas inacabadas o en las que está en un proceso que no sabe cómo va a terminar; eso hace que, en la mayoría de los casos, este proceso se desarrolle en silencio, que no lo sepan a veces ni las propias familias, lo que lo hace aún más duro", advierte.

Nanglares optó por lo contrario, "cuando comencé, se lo contaba a todo el mundo que, aunque al principio se quedaban un poco estupefactos, luego empezaban a hablar, a contarme sus propias historias o las de amigos y familiares y me daba cuenta de que la gente, en realidad, necesita hablar de ello", relata. "Había muchos libros sobre la maternidad y sobre el orgullo de las no madres, pero casi nada de ese momento del 'quiero ser' y aún no se si voy a conseguirlo; y eso es lo que yo quería contar", destaca.

El libro se concibió primero como un ensayo, "por lo que hay una cuidada labor de documentación que sirve a muchas mujeres en proceso de búsqueda a saber mejor a lo que se están enfrentando". Sin embargo, cuando su editora dejó su puesto y el encargo se vino abajo, decidió darle la forma en la que ella se sentía más cómoda como escritora, la novela. "Es una novela en la que cuento muchas cosas de mí misma pero también introduzco elementos de ficción", apunta.

En la obra, es Nanclares, la protagonista, quien siente esa "urgencia biológica" cuando se acercan los 40 años. Su padre acaba de fallecer, ha iniciado una relación y lo de seguir buscando "las condiciones adecuadas" para tener un hijo que dictaba Simone de Beauvoir, ha perdido su sentido en una España en crisis que le hace plantearse por qué no se puso a ello al menos cinco años antes.

La autora explicó en su charla que, tras probar durante año y medio por el método natural la maternidad, ella y su pareja decidieron dar el paso a la reproducción asistida. "Cuando cruzas el umbral de la clínica empieza la incertidumbre, el miedo y un desembolso económico muy fuerte, al que pocas personas pueden enfrentarse solas", advierte. "Pasas de ser una mujer ilusionada a ser una paciente, a tenerte que someter a procesos de hormonación bastante duros y a un peligro cancerígeno del que apenas se habla", advierte. Tampoco se habla en las webs de las clínicas, indicó, "de las bajas tasas de éxito que tienen estos tratamientos y de que a veces es necesario someterse a muchos intentos para lograr el deseado embarazo". "Actualmente seguimos intentándolo pero he conseguido quitarme el terror y la ansiedad y entender que, que si no lo logramos, seré igualmente una mujer feliz y plena", concluyó.

"El proceso de búsqueda rompe a muchas parejas y fortalece a otras"

  • El largo proceso de búsqueda del embarazo y los tratamientos minan a muchas parejas, advirtió la escritora. "Cuando descubres que en esos seis días al mes en que eres fértil hay que intentarlo a toda costa el sexo se convierte en algo mecánico y, por primera vez, es algo que no haces por simple placer, sino para lograr un objetivo y eso puede con cualquier pasión y mina a muchas parejas; yo conozco a algunas que se rompieron en este proceso", comentó Silvia Nanglares. Sin embargo, apuntó, "al igual que en los duelos, es en estos momentos cuando conoces mejor a la otra persona y también hay casos en los que la pareja se fortalece y reafirma", añadió, al tiempo que lamentó que todo ese conflicto "se oculte también en la mayoría de los casos". La autora criticó por otra parte que la "culpa" de la infertilidad siga recayendo en las mujeres. "Si existe un gran tabú en la infertilidad femenina, en la masculina ya es tremendo, cuando la realidad es que hay una generación completa de hombres nacidos en los 70 y los 80 cuya calidad del semen no es nada buena, aunque eso les toque tan fuerte en su orgullo", dijo. "Pero el fantasma de la Yerma que retrató Lorca sigue planeando sobre nosotras y siempre se explora primero a la mujer y, ya cuando se descarta que tenga algún problema, es cuando se mira al hombre", describe. Por último, la autora tocó también el tema de la ovodonación, "que nosotros también puede que nos tengamos que plantear", afirmó. "Ese tema lo aborda muy bien Samantha Villar en su libro y es una pena que se haya hablado tanto de él por otras frases de la autora y no por el tema en sí, alrededor del cual también hay mucho tabú", finalizó.

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