La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, se mostró ayer en contra de que las leyes prohíban lucir el velo islámico, después de que la justicia europea avalara hace dos días que las empresas privadas puedan vetar esa prenda. "En este país tenemos una larga tradición de libertad de expresión. Todas las mujeres tienen el derecho de elegir cómo se visten y no tenemos intención de legislar sobre ese asunto", dijo May en la Cámara de los Comunes.