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Teo Palacios: "Hace 2.000 años ya había gente que se enriquecían con la corrupción urbanística"

"El Imperio Romano tuvo que sacudirse por completo con el gran incendio de Roma, algo que llegó hasta Sevilla", afirmó el escritor en su conferencia de ayer en Vigo

El público asistente a la conferencia de ayer en el Auditorio Municipal do Areal de Vigo. // R. Grobas

"No sabemos qué ocurrió realmente en el gran incendio de Roma. Tampoco sabemos quién lo provocó. Los historiadores de la época prácticamente no lo comentan porque eran tan habituales los incendios en Roma que ya no le daban importancia a otro más. Pero este incendio duró nueve días y cuatro distritos de la ciudad quedaron completamente destrozados por las llamas, mientras que otros siete sufrieron daños de elevada gravedad. Lo que sabemos a ciencia cierta es que Nerón actuó con muchísima rapidez: abrió los jardines de su casa para todos aquellos que se quedaron sin hogar por las llamas. Sabemos que el pueblo realmente lo amaba y parece raro que quisiera hacerle tanto daño provocando él el incendio. Además, cuando la ciudad recuperó la normalidad, Nerón se aseguro de que se edificaran edificios más seguros para evitar otro incendio".

El escritor de novela histórica Teo Palacios compartió ayer con los asistentes al Club FARO las curiosidades que rodean al gran incendio de la ciudad de Roma hace ahora más de 2.000 años, un fuego que se inició el 18 julio del año 64 después de Cristo en las tiendas cerca del Circo Máximo, en pleno centro de la capital del Imperio. Palacios introdujo, en su charla "El gran incendio de Roma y la conjura de Nerón", el momento histórico en el que se encuadra su última novela "Muerte y Cenizas" (Edhasa).

"Lo que esta novela nos cuenta son las repercusiones en Hispalis, Sevilla, en momentos en que el Imperio Romano vivía situaciones políticas muy convulsas, a la conquista por la fuerza debía seguir la conquista del espíritu. Curiosamente Roma, que logró establecer este gran imperio no logro establecer un sistema político estable para gobernarlo", comentó la profesora de Historia Balbina Pérez, presentadora de la charla de ayer en el Auditorio Municipal do Areal.

La anécdota de la charla de ayer estuvo en el aplauso cómplice del público a la madre del conferenciante, que estaba siguiendo la charla a distancia en directo. El novelista explicó que su madre, de ochenta y tres años de edad, siempre acude a sus conferencias pero que, en esta ocasión, no pudo viajar desde Sevilla. "Mamá, no hace falta que estés aquí porque tú siempre estás donde yo estoy", le aseguró desde detrás del micrófono.

Roma era, por aquel entonces, una ciudad con una configuración bien distinta a la de ahora. Con casas de construcciones precarias, la mayoría de madera, y con tenderetes de telas donde se hacía vida y se vendían productos. Era un caldo de cultivo idóneo para los incendios. Palacios explicó por qué la historia nos hace señalar a Nerón como el culpable y cuáles son las certezas que manejan los historiadores. La conjura contra Nerón y todos los que trataban acabar con su vida, incluidos sus dos pretores, Pisón y Rufo, son claves en la historia del Imperio Romano.

Pero uno de los aspectos que más sorprendió a Palacios en el proceso de escritura fue que la especulación urbanística estaba a la orden del día. "Es sorprendente que hace 2.000 años ya hubiera gente que se enriquecía con la corrupción urbanística", afirmó.

El autor presentó la figura de Marco Licinio Craso, quien formó parte del tercer triunvirato y fue uno de los que detuvo a Espartaco. "Craso se dio cuenta de que los incendios no se sofocaban y organizó a un grupo de esclavos, a quienes adiestró para sofocar las llamas. Cuando se producía un incendio, los esclavos iban allí y Craso trataba de comprar el edificio a la baja. Si el propietario no vendía, se consumía por las llamas. Si se hacía con él, Craso edificaba otro después y lo vendía por su precio real", describió el sevillano.

Palacios se enfrenta con "Muerte y Cenizas" a su tercera novela histórica tras "Hijos de Hércules" y "El trono del barro" (ambas publicadas por la editorial Edhasa). Esta última novela se sitúa inmediatamente después del gran incendio de Roma, que ocurrió en julio, pues el libro transcurre a lo largo del mes de septiembre en Hispalis, Sevilla. "El Imperio Romano tuvo que sacudirse por completo con el gran incendio de Roma, algo que llegó hasta Sevilla. Lo que nos muestra el libro es un juego de intereses económicos y políticos que se dan en un lugar muy alejado de Roma porque no se podían realizar según qué cosas bajo la intensa vigilancia de los pretores", explicó el autor.

"Si queréis saber qué pudo haber pasado, qué pudo ocurrir y cómo se pudo obtener dinero para sobornar a tanta gente. Y sobre todo, si queréis pasar un buen rato intentando adivinar quién da muerte a Flavio Justo tenéis que leer 'Muerte y Ceniza", aseveró.

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