Cerca de doscientos musicoterapeutas de toda España se reunirán en el Auditorio de Galicia, en Santiago, del 10 al 12 de marzo, en el VI Congreso de Musicoterapia que organiza este año la Asociación Galega de Musicoterapia (AGAMUS), un encuentro que por primera vez se celebrará en la comunidad gallega. Durante esta reunión, los profesionales de esta disciplina debatirán sobre el presente y el futuro de esta técnica, que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de pacientes oncológicos, con ictus, autismo, síndrome de Down, alzhéimer, anorexia, bulimia, párkinson y adicciones, o simplemente como calmante para el dolor crónico o como apoyo en el proceso de duelo.

El congreso de Santiago, que combinará talleres y ponencias con conciertos y jamm sessions, contará con la presencia de dos grandes expertos mundiales. Leslie Blunt, profesor de musicoterapia de la University of the West of England (Bristol) y fundador honorario de MusicSpace Trust. Blunt, que impartirá la conferencia inaugural, hablará sobre cómo la música, la mesoterapia y otras artes-terapias creativas pueden ser integradas en el trabajo clínico de diversas dolencias. Otro ponente será Brynjulf Stige, profesor de musicoterapia de la Universidad de Bergen (Noruega) y jefe de investigación de la Academia Grieg de Investigación en Musicoterapia. El profesor nórdico explicará la relevancia de la musicoterapia comunitaria y también pronunciará la ponencia que clausurará el congreso.

La música y sus elementos, esto es, sonido, ritmo, melodía y armonía, no es algo nuevo, ya que se emplean desde hace años para ayudar a mejorar la calidad de vida. "Esto se sabe desde antiguo y en su momento se consideraba medicina, aunque después perdió ese estatus. Pero está demostrado que la musicoterapia mejora la calidad de vida, y la salud física, social, comunicativa, emocional e intelectual tanto de personas enfermas como sanas", asevera Montse Merino, directora de la Asociación Galega de Musicoterapia.

Galicia cuenta con su propio modelo de musicoterapia: Casa Baubo, musicoterapia científica aplicada que se imparte en el máster en Musicoterapia de la Universidad de Santiago (USC), una formación de 6.000 horas repartida en cuatro años, de las cuales, mil están dedicadas a prácticas en diferentes ámbitos, como el sanitario. Merino dirige también el grupo de musicoterapeutas que trabajan con pacientes de neurología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). "En el caso de pacientes con afasia tras un ictus, la musicoterarpia les ayuda a comunicarse porque aunque no pueden hablar, sí pueden expresarse cantando, con lo que se establece una nueva forma de comunicación. Esto es porque la música accede a lugares del cerebro donde no llega la química", explica.