Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Gurruchaga: "Lo de Trump es aberrante; un presidente como salido de OT"

Javier Gurruchaga: "Lo de Trump es aberrante; un presidente como salido de OT"

Javier Gurruchaga (San Sebastián, Guipúzcoa, 1958) es torrencial. Lidera la Orquesta Mondragón desde hace 40 años. Su último disco es Anda suelto Satanás, una colección de duetos en los que interviene Aute, Rafa Sánchez (La Unión) Nacho García Vega o Molotov y Alejandra Guzmán. Parodia al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

-¿Vivimos un tiempo melancólico?

-Es probable. La gente parece que no está contenta con el momento actual, pero yo no soy de esa opinión. Pienso que hay que vivir el presente, desechar la melancolía y mirar al frente.

-No vaya a ser que venga Trump.

-Eso. Es aberrante: un presidente como salido de Operación Triunfo. Sentí la necesidad de reírme de ese señor y por eso cantamos Que viene Trump, que es como Anda suelto Satanás, pero más claro. Miramos para atrás: para los ochenta, los noventa y decimos qué felices fuimos, pero la que nos ha caído: un presidente apoyado por el Ku Klux Klan. No entiendo a los americanos: pasaron de un presidente más o menos liberal a este tipo.

-Que se inventa atentados.

-Tiene que haber una internacional fascista. Al día siguiente de decir eso de Suecia, unos fascistas le dieron la razón. Es un presidente disparatado, histriónico, hortera. ¿Sabe? Vivimos tiempos difíciles. Antes de mirar de reojo, hay que poner los ojos en lo que tienes de frente. Cuando toco Imagine, de Lennon, me detengo y puedo explicar que nos está cayendo una buena.

-¿Cree que todo esto se refleja en la sociedad?

-No hay nadie como Trump, lo que pasa es que es el que manda. Hasta McCain le critica. Tenemos un Gobierno conservador que se mueve con los apoyos de los socialistas, pero esto no tiene que ver con Trump.

-Antes de Trump fijó su mirada en la Thatcher.

-Decía "Gibraltar is mine". Ahora: "America desaster". La Thatcher era más fácil. Trump tiene la voz rota de un fumador y aún me cuesta lograr su tono.

-¿De verdad que no llega su olor a Europa?

-Claro. Ahí está el holandés Wilders o Marine Le Pen. No es precisamente España el peor de los países, aunque tengamos esas vallas en Ceuta y Melilla.

-Le noto más preocupado por lo que pasa fuera.

-Lo que sucede es que estoy muy cansado, no me termino de creer a los políticos españoles: los telediarios son todos iguales.

-La última película de Berlanga, en la usted trabajó, terminaba con un cartel elocuente: "Tengo miedo".

-Es curioso. Poco después salió "Celebrity", de Allen. Había un avión con un cartel que decía "Help". Nadie podía imaginar a Trump en la Casa Blanca, pero hay que seguir cantando.

-¿Cuándo es usted más feliz?

-Cuando juego con la imaginación e interpreto a quien no soy: al neurótico que acompañaba a Charo López, al Pluto de Mérida o a Trump con la canción recién calentita. Soy feliz igual en el teatro que en un concierto. O cuando me vi en El rey pasmao. También soy feliz pensando nuevos proyectos. Tengo un Napoleón de Javier Tomeo que parece que va para delante.

-Trae disco nuevo, pero "Caperucita Feroz" siempre tiene hueco en su repertorio.

-Son canciones que siguen pidiendo. Llevamos cuarenta años con la Mondragón. Llevamos un espectáculo de hora y tres cuarto.

-Cuatro décadas, vaya.

-Tenía 18 años recién cumplidos cuando empezamos unos cuantos amigos y yo con el proyecto de la Orquesta Mondragón. Antes había tenido grupos con nombres históricos: Orfeo, Calígula. El tiempo pasa volando, en Mondragón había un manicomio y decidimos homenajear a la locura.

Compartir el artículo

stats