Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nuevos avances en la lucha contra el VIH

El cerco al sida, cada vez más estrecho

Un biosensor del CSIC detecta el virus solo una semana después de la infección

Detectar el virus del sida tan solo una semana después de que se produzca la infección será posible gracias a un nuevo biosensor desarrollado por un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Esta nueva técnica facilitará la detección en prácticamente la mitad de tiempo que los dispositivos que hay en el mercado actualmente. La detección temprana del sida es la batalla central de los expertos desde hace muchos años, ya que cuanto antes comience la terapia antirretroviral mejor será la respuesta inmunológica y la recuperación del paciente.

Sin embargo, y a pesar de las innumerables campañas de prevención y educación, "entre el 30 y el 35% de los pacientes que diagnosticamos en Galicia están ya muy avanzados", indica el doctor Luis Morano, coordinador de la Unidad de Patología Infecciosa del CHUVI, que asiste junto a una decena de expertos gallegos durante esta semana al Congreso Internacional sobre VIH que se celebra en Seattle.

Desde el contagio hasta que aparecen los primeros anticuerpos detectables para el VIH en la sangre -la seroconversión- pasan unas cuatro semanas. A partir de ahí, comienzan los daños producidos por la enfermedad como el agotamiento irreversible de los linfocitos CD4 en el intestino, la replicación en el sistema nervioso central y la aparición de reservorios latentes de VIH. Actualmente, los dispositivos que hay en el mercado detectan la infección unos 15 o 20 días después de la seroconversión.

El dispositivo diseñado por los científicos del CSIC detecta el VIH tipo 1 en la primera semana de infección y lleva a cabo el ensayo en menos de cinco horas, es decir, permite obtener resultado clínico el mismo día de la prueba. "Toda técnica que mejore el tiempo de detección es bienvenida, aunque en ésta veo una primera desventaja importante: solo es apta para la detección del tipo 1, cuando el tipo de infección más común en países subdesarrollados, en los que más falta haría lograr esa rapidez para evitar nuevos contagios, y que el sistema fuera barato y de uso sencillo, como parece ser éste, es de tipo 2", advierte Morano.

El doctor explica que en estos momentos lo esencial es que "las personas que creen que pueden haberse infectado o aquellas que mantienen relaciones de riesgo acudan rápidamente al hospital ya que los tratamientos de profilaxis preexposición y postexposición tienen muy buenos resultados, sobre todo, en el caso de la post, cuando el posible contagio se ha producido en las 24 horas anteriores, cuando la eficacia es del 100%". Asegura que en Galcia se realizan al año "cientos de este tipo de profilaxis", tanto por roturas de preservativos como por accidentes en profesionales sanitarios o casos de violaciones.

Por otra parte, la tecnología de este chip está siendo probada ya para la detección precoz de algunos tipos de cáncer. Y es que el chip funciona igual para las pruebas de VIH o para biomarcadores del cáncer. Lo único que cambia es la parte química, la solución que hay que colocar para que reaccione cuando detecte lo que se está buscando, ya sea un marcador del sida o del cáncer.

El doctor Morano participó en el congreso en la presentación de cuatro comunicaciones conjuntas con la Cohorte de pacientes de GEHEP (Grupo de Estudio de las Hepatitis Virales de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiologia Clinica-SEIMC). Por una parte presentaron un estudio sobre la eficacia de los antivirales de acción directa para el virus de la Hepatitis C, en pacientes adictos a drogas con terapia sustitutiva de opiaceos (metadona, etc), "que concluye que estos fármacos son altamente eficaces en este grupo de pacientes y que por lo tanto deben de tratarse sin ningún tipo de restricción", resume el experto.

Presentaron otro estudio que se realizó en pacientes con Hepatitis C genotipo 4, "que mostró que todos los regímenes de tratamiento con antivirales de acción directa son altamente eficaces en este tipo de pacientes, si bien algo menos eficaces en los pacientes con cirrosis hepática o con determinadas características genéticas", concluye Morano.

Compartir el artículo

stats