"¿111? Son moitos anos". A la propia Josefa Álvarez le sorprende la edad que tiene. Pero lo realmente increíble es que esta supercentenaria de Cartelle (Ourense), la segunda mujer más longeva de Galicia, llega a esta edad con una analítica perfecta, un amplio repertorio de canciones gallegas y muy buen humor. La residencia Nuestra Señora del Mundil en la que ha pasado los últimos 19 años organizó una fiesta por todo lo alto para rendir homenaje a su "niña bonita", una mujer apreciada por todos los trabajadores del centro y muy querida por su familia.

Famosa por su pasión por cantar, ayer no tuvo fuerzas para entonar la "Rianxeira" como había hecho otros años, pero mantuvo la sonrisa y sucumbió a una de sus debilidades: la tarta.

Ayer no fue uno de sus mejores días. La directora de la residencia, Vicenta Freire, asegura que a veces está "superpletórica y charlatana" pero en otras ocasiones se muestra más apagada. El de su 111 cumpleaños fue uno de esos días "malos" entre muchos buenos, y Josefa no pudo acompañar a las cantareiras de Cartelle que la agasajaron con un amplio surtido de las canciones que todavía suele cantar la centenaria. La víspera del aniversario, cuenta Vicenta, "se pasó el día canta que te canta, incluso una canción preciosísima, muy antigua, que nunca antes le había oído". Pero ayer no tuvo fuerzas para deleitar con su voz a las visitas. Además de dos de sus sobrinos, acudieron a la fiesta el conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela; el obispo de Ourense, Leonardo Lemos; el presidente de la Fundación San Rosendo a la que pertenece la residencia, José Luis Gavela, y el fundador Benigno Moure, además de la alcaldesa de Cartelle, Carmen Leyte, entre otros.

Aunque ayer no pudo hablar, Josefa explicó en ocasiones anteriores que la clave de su longevidad es la soltería, "no haber aguantado un marido" y no tener hijos. Lo cierto es que presenta buen estado de salud y salvo que ya no puede sostenerse de pie y ha perdido algo de oído en los últimos tiempos, la abuela de Ourense goza de buena salud. "Son 111 años pero está de maravilla, la última analítica, que le hicieron hace un mes, era perfecta", explica Freire. El año anterior su médico de cabecera confirmaba que no estaba sometida a ningún tratamiento y ahora lo único que toma es una pastilla al día.