El Tribunal Supremo le ha negado a una madre divorciada el derecho a que su hija y su exmarido, con el que convive la chica, abandonen la que fue vivienda familiar hasta la separación y que ahora ocupan para dejarle a ella su uso al no contar con ingresos y la joven tener ya 23 años. El alto tribunal, sin embargo, acepta en parte el recurso de la mujer porque limita la medida a un plazo de 2 años.

El matrimonio se separó en 2014 y fue la madre quien abandonó el hogar, mientras que la hija y el ex permanecieron en la vivienda. La madre solicitó el uso de la casa y una pensión de 500 euros. En 2015, la Audiencia Provincial de Alicante dejó el uso de la vivienda al padre y a la hija, pero le concedió a la madre una pensión de 150 euros. La mujer solicitó al Supremo que quedara para ella el uso de la casa en virtud de la jurisprudencia que señala que, en caso de quedar hijos mayores de edad, la casa debe atribuirse al cónyuge más necesitado.