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Llegan los "bebés data"

El bienestar del bebé a golpe de 'app'

Los dispositivos inteligentes para recién nacidos están en auge - Los pediatras gallegos los desaconsejan porque su eficacia no está testada y pueden generar angustia a los padres

duerme.

Pañales que analizan la orina en busca de posibles infecciones, problemas renales o riesgo de deshidratación; calcetines y bodies que miden el ritmo cardiaco, los niveles de oxígenos y la calidad del sueño, y biberones que miden cuánto y a qué velocidad se traga, y que envían todos estos datos a una "app" en el móvil o en la tableta están desbancado al clásico vigilabebé. Es el internet de las cosas aplicado al cuidado de los bebés y que se está convirtiendo en un nuevo filón para las empresas de tecnología. Solo en Estados Unidos, donde los "bebés data" son ya una realidad, la empresa que comercializa el calcetín inteligente Owlet Baby Care ha vendido 40.000 unidades a 250 dólares, lo que supone una facturación millonaria que anima a otras casas a apostar por este tipo de artilugios. Y es que estos dispositivos inteligentes juegan con el deseo de control de los padres en esta primera etapa de la vida de su hijo y de su propia inseguridad, especialmente si son primerizos.

Sin embargo, lo que se presenta como una herramienta para controlar el bienestar del bebé se está convirtiendo en un problema para los servicios de urgencias en EE UU, que se llenan de padres alarmados por falsos positivos.

La Academia Americana de Pediatría (AAP) desaconseja el uso de estos artilugios en un artículo que publican en "JAMA", la revista de la American Medical Association (Asociación Médica Estadounidense) y recuerda que no están ni probados ni autorizados como dispositivos médicos. Los pediatras, que analizaron cinco modelos de monitores fisiológicos, entre ellos el calcetín de Owlet, concluyen que carecen de eficacia y que ni diagnostican ni previenen enfermedades.

"La tecnología puede ser una ventana de oportunidades que hay que aprovechar, pero si esa tecnología no es precisa y lo único que va a generar es una angustia innecesaria y un perjuicio al bebé entonces, no", afirma Ángel López Silvarrey, pediatra y vicepresidente primero de la Sociedad de Pediatría de Galicia.

En la misma línea se expresa el pediatra Juan Manuel López Lastres, para quien interpretar el bienestar del niño a partir de unos datos generados por un dispositivo electrónico "nada fiable", enfatiza, es un sinsentido. "Está lo que lo que llamamos el triángulo de evaluación pediátrica: apariencia, respiración y circulación. Esto, es, si el niño tiene una respiración normal, su color es rosado y responde a los estímulos, está bien. Un bebé sano no necesita un pañal que analice su orina o un pulsiómetro. Por ejemplo, la saturación periférica no siempre es la misma, y este cambio puede hacer saltar la alarma, lo que crea una angustia innecesaria a los padres", afirma López Lastres, que añade que tampoco sirven para evitar el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante, una de los mayores temores de los padres.

"Para evitar este riesgo, con los conocimientos actuales, lo más importante es que el bebé duerma boca arriba y evitar su exposición al tabaco, que los padres no fumen ya desde el embarazo", apunta López Lastres.

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